No podría entenderse nuestro país sin la figura de Santiago apóstol. Su figura ha generado leyendas de todo, catedrales, iglesias, ermitas, caminos a poniente, hacia el ´finis terrae', así como no pocos ensayos sobre lo que somos o no somos los españoles, algunos muy hermosos, como, por ejemplo, los que escribieran Juan Larrea o Américo Castro.
Cada año en que la fiesta de Santiago apóstol ?como ocurre hoy? cae en domingo, es año jacobeo o, como se decía cuando éramos niños, año santo compostelano, que escribíamos con letras iniciales mayúsculas, como mayúsculo era también nuestro entusiasmo.
Lo que se dice sobre los caminos a Roma, que Antonio Machado plasmara con tan hermosos versos ("Romero, para ir a Roma, / lo que importa es caminar; / a Roma por todas partes, / por todas partes se va." ?citamos de memoria), puede aplicarse también a Compostela.
Porque a Santiago no solo hay un camino, como algunos creen: el conocido como 'camino francés', que, desde innumerables puntos de Europa, se adentra por Roncesvalles, transita Navarra, La Rioja, Burgos, Palencia y León, para llegar a Galicia por O Cebreiro y terminar en Compostela; no, hay múltiples caminos.
Ya que el símbolo del camino y también su realidad física es el emblema de Compostela. Un camino marcado por el signo de la peregrinación, de la espiritualidad, de la aventura, del reencuentro de cada uno consigo mismo, así como del compartir con los demás caminantes las experiencias vitales y anímicas que todo camino comporta.
Caminos a Compostela. El camino portugués. O también el llamado camino mozárabe, que va de Sevilla a Santiago y que atraviesa la provincia de Salamanca; un camino sobre el que nos llamara la atención, en un librito delicioso, publicado en 1965 por la añorada librería Cervantes, Salvador Llopis. Y otros muchos caminos, que se están documentando estos últimos años en diversas publicaciones.
Pero el Camino de Santiago ha generado no poca literatura. Nosotros, hace ya años, publicábamos un libro de investigación sobre la relación de la literatura con el camino jacobeo, en un libro que tituláramos 'La ruta imaginada. El Camino de Santiago en la literatura', publicado en 2004 y que nos editara en León el llorado Vicente Pastor, que se nos ha ido el pasado 2020, el desgraciado año del COVID-19
Este año, debido a la prolongación de los efectos de la pandemia, el año santo compostelano o jacobeo se está celebrando con menos alegrías que de costumbre, con más cautelas, como es lógico.
Pero Santiago apóstol, su ciudad, su catedral y su camino, con todas las consecuencias históricas y culturales que ha tenido y sigue teniendo, es uno de nuestros signos de identidad, que da noticias también de lo que somos. De ahí su indudable importancia.