Progresamos que es una barbaridad. Los bancos se fusionan y aumentan los beneficios pero despiden a miles de personas. Progresan sus beneficios pero retroceden los beneficios de la gente. Y cierran miles de oficinas y eliminan servicios y la gente tiene que acudir al internet inhumano de los cojones. Y aumenta la incomodidad de la gente pero aumentan los beneficios de los banqueros.
Las empresas despiden a miles de personas, aunque los sueldos de sus ejecutivos suben hasta lo increíble y sus retiros se hacen astronómicos (mientras a los jubilados de a pie les prohíben publicar libros y cobrar derechos de autor bajo pena de quitarles la pensión). Cada día los ricos son más ricos y los pobres son más pobres. Progresamos que es una barbaridad.
Las tecnologías desatadas enriquecen cada vez más a unos pocos avispados a costa de la esclavitud consumista de millones de borregos dóciles que les compran cada media hora todo lo que ellos quieren. Y les hacen creer que media hora antes la Humanidad estaba en las tinieblas y la miseria porque no tenia la última máquina, y la construyen de tal modo que media hora después ya no sirve y te llaman cavernícola si no compras la siguiente. Progresamos que es una barbaridad.
Y nos suben los recibos de manera salvaje y el tipo inefable de Iberdrola tiene la desfachatez de decir: de qué se quejan, la subida de la luz favorece a Hacienda. Pero perjudica a la mayoría de la población, memo de los cojones. Subido en tus alturas inasequibles te importamos un pimiento los mortales que necesitamos calor o luz.
Y así todo. Progresamos que es una barbaridad. Hacemos un mundo solo para pijos de diseño y para ricos y que se joda el mundo entero. Progresamos una barbaridad.
ANTONIO COSTA GÓMEZ, ESCRITOR CASI CLOCHARD