Los vecinos recogieron tomillo horas antes de la noche para hacer la hoguera en la calle Carreros
Barruecopardo quedó libre de los malos espíritus por un año. El humo de la hoguera de San Juan volvía a entrar en sus casas para ahuyentar los malos espíritus, evitar el mal de ojo y poner a salvo sus animales y cosechas.
Como es tradicional, la noche previa al día de San Juan los vecinos de Barruecopardo prepararon la hoguera con tomillos recoleccionados horas antes en el campo, labor en la que participaban activamente las integrantes de la Asociación de Mujeres 'María Magdalena', y que de este modo ayudaban a los empleados municipales.
Ya en la noche, la hoguera de tomillos ardía en la calle Carreros para aromatizar con su humo todo el pueblo de Barruecopardo, poniendo así freno a los demonios.