La asociación enológica Cata Añada retoma su actividad después de un largo periodo impuesto por las medidas anticovid y con Jorge de Luis como director de cata
La asociación Enológica 'Cata Añada' retoma su actividad después de un largo paréntesis causado por la pandemia. En este regreso a sus habituales catas ciegas nos presenta, de la mano de Jorge de Luis como director:
Ademan Crianza 2017 (D.O. Toro*)
Bodegas Maires surgió de la unión de dos primos con el objetivo de retomar la actividad de sus antepasados, la elaboración de vino, permaneciendo en el enclavamiento de Toro.
Maires es un apodo familiar que nos remite a cuatro generaciones en el pretérito dedicadas a la viticultura, ambos parientes con tesón inician este proyecto ambicioso.
Parten de la experiencia y respeto a la naturaleza, cuidando los tiempos, mimando la elaboración y seleccionando la uva proveniente de viñas en vaso de 60 años.
Vinificación:
Pre-fermentación y maceración en frío durante 24 horas para posteriormente proceder a una fermentación lenta y cuidada por debajo de los 22 ºC durante 18 días.
Envejecimiento:
Crianza de 12 meses en barricas de roble francés.
CATA CIEGA:
ASPECTO: Capa media-alta, color picota, brillante, cristalino y buena lágrima,
OLOR: Frutos del bosque maduros, vainilla, amplio.
SABOR: Aterciopelado, sedoso, buena caudalia, redondo, buena acidez, con aromas intensos afrutados. Tiene una excelente persistencia dónde se equilibra aromas y gusto con un final largo.
RELACION CALIDAD/PRECIO: EXTRAORDINARIO/10,50Euros.
PUNTUACION: 92
00-60 DEFECTUOSO
61-70: REGULAR
71-80: CORRECTO.
81-85: BUENO.
86-90: MUY BUENO.
91-95: EXCELENTE.
96-100: EXTRAORDINARIO.
Conclusión: Ademan es un Toro persistente pero a la vez generoso sedoso y redondo.
VARIEDAD: 100% Tinta de Toro*.
GRADUACION: 14,5 º %
CONSUMO: Entre 16 ºC
MARIDAJE: Su bocas larga y golosa nos marida perfectamente con Jamón de bellota, chuletón, embutidos, queso de oveja curado, asados, cocido o guisos como fabada.
TINTA DE TORO*
La «Tinta de Toro» es una variedad autóctona de la zona de Toro, de la que apenas se tiene información sobre sus orígenes, aunque se considera que fueron los romanos (210 a. C.) los promotores de la viticultura en la zona, al igual que en el resto de la cuenca del Duero.
A finales del s. XIX la plaga de filoxera ocasionó en España una profunda reconversión del cultivo de la vid, pero la variedad «Tinta de Toro» se defendió, hasta el punto de que en la actualidad hay todavía algunas viñas con más de 150 años de antigüedad. En 1990 se realizó una selección clonal por parte de la Junta de Castilla y León. La Tinta de Toro goza la variedad de certificado de variedad autóctona con características agronómicas diferenciadas. No obstante, se considera en general que es sinónimo de tempranillo, aclimatada a la zona zamorana.
D.O. TORO*
Hoy Toro está reconocida a nivel internacional como una de las mejores regiones vitivinícolas del mundo. En los diez últimos años la D.O. TORO ha pasado de la oscuridad al centro del escenario mundial, gracias a sus vinos de alta calidad y de personalidad inconfundible.
Fue también el vino de Toro el que acompañó a Cristóbal Colón en su descubrimiento de las Américas; hasta tal punto que la "La Pinta", una de sus tres carabelas, fue bautizada así por el toresano Fray Diego de Deza, en referencia a una medida de capacidad que se empleaba en Toro y que aún hoy se utiliza como expresión coloquial para referirse a un trago de vino.
A lo largo de la historia el valor del vino de Toro había radicado principalmente en su graduación y corpulencia, características que hacían de él un vino duradero, y que permitía su transporte a ultramar.
Ya, en la década de los años 70, y convencido de que la alta graduación de aquella Tinta de Toro no era intrínseca a la variedad sino a su tardía recolección, Manuel Fariña comenzó a impulsar el primer gran cambio en la zona: el adelanto de la vendimia en casi un mes. Se trataba de recolectar la uva en el momento óptimo de maduración a la vez que se reducía su graduación desde los 16º-17º, hasta los 13º-14º.
En 1987 se aprueba la denominación de origen que abarca dieciséis términos municipales de la zona, pertenecientes a las provincias de Zamora y Valladolid. Manuel Fariña fue elegido presidente del primer Consejo Regulador de la D.O. Toro.
Esta D.O. se ha convertido en el punto de mira, no sólo de compradores, sino también de gran número de inversores del sector vinícola. Algunos de los más prestigiosos observadores del mundo del vino no han dudado en situar a Toro entre las diez regiones vitivinícolas de mayor interés del mundo de los próximos años.
Director de cata: Jorge de Luis.
Texto y fotos: Javier Bragado