Los requisitos de la competición siguen sin establecerse de manera clara y el club tendrá que trabajar duro para estar a la altura de una categoría con grandes equipos
Unionistas está en medio de una calma tensa ante su futuro más inmediato. Al club le toca profesionalizarse a marchas forzadas para ir creciendo dentro de una Primera RFEF llena de dudas, puesto que los requisitos de la competición siguen sin establecerse de manera clara y el club tendrá que trabajar duro para estar a la altura de una categoría con grandes equipos.
A escasos meses para se produzca el debut de la PRO, la Real Federación Española de Fútbol aún no ha dado a conocer de manera oficial aspectos tan importantes como si habrá un salario mínimo para los jugadores -por poner un ejemplo-, mientras que tampoco se conocen todos los clubes que conformarán los dos grupos la tercera división del fútbol español al estarse disputando los playoff de ascenso a Segunda.
De este modo, la entidad blanquinegra tendrá que hacer frente a numerosas mejoras en su infraestructura y contar con una sala de vídeo, un gimnasio en condiciones o el avance en las obras del Reina Sofía para que su afición vuelva al estadio en un amplio número. Y muchas más cosas como la contratación de un director deportivo y cerrar los posibles rumores acerca de la continuidad de un Hernán Pérez que tiene contrato.
Así, Unionistas también deberá estar rápido para cerrar las renovaciones de aquellos jugadores de este que le interesen e intentar frenar la posible salida de gente como Carlos de la Nava, un capitán al que no le faltarán novias para irse en este verano. Y tampoco hay que olvidar lo que ocurrirá con los cedidos que vuelven, especialmente con el caso del extremo Álvaro Romero, actualmente en el Algeciras.