En la zona centro occidental asturiana, la ganadería trashumante comienza a adquirir importancia en los siglos XI y XII, aunque no se tiene constancia de que ya existiesen los vaqueros. Es a finales del siglo XV cuando estos últimos, los "vaqueiros de alzada", cobran forma como grupo social diferenciado, consolidándose definitivamente su asentamiento en el siglo XVII.
Por último, cabe citar aquí otras trashumancias, acaso "trasterminancias" (de recorridos menores y para ganados no laneros), como las practicadas por los pasiegos de Cantabria o las asociaciones pecuarias de Valencia.
Además de la Mesta, existieron instituciones que regularon la trashumancia en otros territorios peninsulares. Desde Aragón, por ejemplo, se contempla el "Honrado Concejo de la Mesta" como una organización corporativa ganadera castellana, no representativa de las organizaciones ganaderas descentralizadas de la Corona de Aragón. Cabe mencionar pues aquí la actividad llevada a cabo por la "Casa de Ganaderos de Zaragoza", institución que tiene su origen en un documento otorgado en Zaragoza por el rey aragonés Jaime I, el 18 de mayo de 1218, en el que concede la jurisdicción privativa a los ganaderos de Zaragoza.
Se trata de una institución gremial similar a la Mesta castellana, con determinadas similitudes y diferencias que plasman la distinta trayectoria histórica de las dos Coronas. La Mesta abarcaba todo el territorio de la Corona de Castilla. En cambio, la "Casa de Ganaderos", si bien tenía jurisdicción en todo el Reino de Aragón, sólo agrupaba a los ganaderos vecinos de Zaragoza y sus aldeas. Asimismo, la independencia de la "Casa de Ganaderos" respecto, no sólo de la monarquía, sino de cualquier otro poder político o económico, contrasta con la supeditación de la Mesta a los reyes castellanos .