Peñaranda ha dicho SI al Domingo de Ramos. Una festividad clásica, que este año ha tenido que adaptarse debido a la pandemia por el coronavirus, pero que ha generado gran expectación y ganas durante esta jornada dominical.
Nada tenía que ver con la tradición, pero la iglesia parroquial San Miguel Arcángel se convertía en el epicentro de la actividad de este domingo, en cuyas puertas se instalaba una larga mesa repleta de ramas de laurel, gracias a la generosa donación de una vecina peñarandina, para que todos los fieles pudieran recoger la planta y participar en el rito de la bendición.
>Una importante representación de la
Hermandad de Cofradías colaboraba en el acto, en el que todos, apoyados en la tradicional rama de la Palma, acompañaron a la imagen de Jesús en la Borriquilla hasta el Altar Mayor, instantes antes de comenzar la santa misa, que venía precedida por el apoyo de cientos de fieles.