Argumenta que "no hay ingresos, puede haber una catarata de impagos y todos tenemos prestamos o ICO"
Las escuelas de español forman parte de la economía y riqueza de la ciudad. Con cerca de 18.000 alumnos anuales en Salamanca, estas academias de formación no reglada forman parte de uno de los sectores locomotores y otro de los grandes olvidados del Gobierno y las instituciones, sin ayudas para los ERTE, estos empresarios temen por su desaparición. Alfredo Miguel, vocal de la Cámara del Comercio y portavoz de Escuelas de Español, afirma que la situación es muy preocupante "estamos muy cerca de la muerte del sector, estamos cerrados desde el 14 de marzo y no hay ingresos, puede haber una catarata de impagos y todos tenemos prestamos o ICO".
Las Escuelas de Español de Salamanca siempre han asegurado confianza y seguridad en sus cursos. "En sus casi 30 años de existencia las relaciones entre profesores, monitores y alumnos son fuertes y los servicios variados, lo que hace que ningún alumno quede desprotegido".
Estos miles de alumnos llegan a Salamanca para realizar una inmersión lingüística, sobre todo con alumnos franceses e italianos que forman parte de la riqueza y aportan recursos económicos en sus estancias, con mayor auge entre los meses de abril y septiembre. Así, "son casi 900.000 euros los fondos recaudados y que posteriormente se reparten para cubrir todos los gastos de la organización del viaje como los guías, profesores, monitores, residencia, excursiones, transportes, etc, dinero que tuvo que ser devuelto a todos los alumnos cuando se decretó el estado de alarma y el confinamiento, alumnos que reservaron sus cursos en las navidades de 2019".
Miguel considera que "la falta de facturación de las academias se puede prolongar hasta 2022 y la falta de alumnos harían inasumible la situación, a pesar de que existen grupos nacionales e internacionales con la intención de viajar a Salamanca, las autoridades no lo permiten por las actuales restricciones y tampoco las ayudas de las instituciones llegan para ayudarles a subsistir".
En su opinión, es "incomprensible que este sector no esté incluido en la cadena de valor, ni con los ERTE ni en las listas de ayudas, es por ello que vemos ilógico el reparto de ayudas y vemos una regulación de dinero sumamente restrictiva, ya que las empresas que tienen más trabajadores reciben menos aporte económico. Desde hace años las instituciones nos invitaron a convertirnos en agencias de viajes para traer alumnos, organizar los viajes y traslados, los alojamientos y las actividades culturales, pero luego no se nos tiene en cuenta como parte del sector turístico".
Alfredo Miguel añade que la única esperanza que les queda es la Junta de Castilla y León y espera que Alfonso Fernández Mañueco rompa una lanza por ellos y que, al conocer su situación y con su interés demostrado por el sector, les reconozcan como agencia de turismo.