Revisión del edificio, obligatoria por ley, y que se realiza con el objetivo de determinar su estado de conservación y las condiciones adecuadas de seguridad, salubridad, habitabilidad y accesibilidad
Casi 600 edificios de Salamanca (588), con más de 40 años de antigüedad, tendrán que pasar este año la Inspección Técnica (ITE), una revisión obligatoria por ley para evaluar el estado de conservación, habitabilidad y salubridad y que, por tanto, deben acatar los propietarios y comunidades de vecinos.
En concreto, los que este año tienen que someterse a la ITE fueron construidos entre los años 1968 y 1980, como es el caso de muchos de los edificios de los barrios de Garrido, San José, Chamberí, o Pizarrales, Tejares o zona centro, entre otros, incluidos en el listado publicado por el Ayuntamiento de Salamanca de los edificios obligados a presentar la ITE este año. Una cifra similar a la de años anteriores.
La Inspección Técnica de Edificios (ITE), tal y como indica su nombre, es una revisión del edificio, obligatoria por ley, y que se realiza con el objetivo de determinar su estado de conservación y las condiciones adecuadas de seguridad, salubridad, habitabilidad y accesibilidad. La ITE también se lleva a cabo para obtener la certificación de la eficiencia energética del edificio de acuerdo con la normativa vigente y determinar las obras y trabajos de mantenimiento precisos, y su realización el plazo señalado al efecto.
No realizar la ITE supone el incumplimiento de la obligación del deber de conservación y, por tanto conlleva su ejecución por el Ayuntamiento, repercutiendo el coste en los propietarios del edificio, y en su caso, la imposición de sanciones.
¿Cómo se realiza la ITE?
La inspección técnica permite revisar aspectos como la estructura, estado de fachadas, cubiertas y azoteas, instalaciones de fontanería y saneamiento, estado de la accesibilidad e, incluso, las características térmicas del inmueble.
La inspección se llevará a cabo por técnicos competentes, y deberá consignarse en un certificado suscrito al que se adjuntará siempre un informe anexo. Dicho certificado indicará el resultado de la inspección que será favorable o desfavorable, según proceda. Una vez realizada la inspección, el propietario del inmueble inspeccionado deberá presentar en el registro municipal el Certificado de la ITE y su informe anexo, y en el caso de que resulte desfavorable se incluirán también las medidas necesarias para subsanar las deficiencias.
Ventajas de la ITE
Realizar la inspección acredita el cumplimiento del deber de conservación en condiciones adecuadas de seguridad, estabilidad estructural, salubridad, accesibilidad y habitabilidad, garantizando su durabilidad. Asimismo, permite descartar daños materiales y riesgos físicos para las personas ante hipotéticos daños derivados de un mal estado del edificio.
La revisión de los edificios permite mantener o modificar las condiciones de confort y ayudar a reducir los consumos energéticos. No menos importante, con la inspección técnica se evita la depreciación de los edificios manteniendo o aumentando su valor de mercado y mejorando las expectativas de alquiler o venta, ya que una ITE favorable constituye una garantía para vendedores, compradores o arrendatarios del buen estado del inmueble.