Si gracias a las vacunas "evitamos los síntomas más graves ya estamos salvando al sistema sanitario de un colapso", explica Raquel Carnero, farmacéutica y especialista en Inteligencia Regulatoria Internacional
Hace algo más de dos meses (27 de diciembre) que llegaron a nuestro país las primeras dosis de la vacuna frente a la Covid-19. A día de hoy se han administrado más de cuatro millones de dosis de las vacunas de Pfizer, Moderna y AstraZeneca y más de 1,3 millones de españoles ya han recibido la según dosis a partir de la que se empieza a generar inmunidad. Vacunación que cuanto más rápido se realice, más probabilidades de doblegar al virus tras un año largo de pandemia. "Lo ideal sería que fuera muy, muy rápida, porque el virus se adelanta, el virus muta y no podemos ir por detrás del virus, tenemos que adelantarnos", explica Raquel Carnero, farmacéutica y especialista en Inteligencia Regulatoria Internacional.
Aunque es normal que aparezcan variantes del virus ? "el virus es natural que vaya mutando"-, estas preocupan porque "cuanto más mute o cuantas más mutaciones acumule más probabilidades hay de que, por ejemplo, la proteína espículas (S) cambie y eso haga que las vacunas algunas pierdan eficacia". A este respecto, añade, "se ha visto que para algunas variantes, por ejemplo la variante británica, de momento parece que no afecta, es decir que la vacuna sigue siendo eficaz, pero para otras hay que evaluarlo".
Vacunar es la mejor herramienta de la que disponemos ahora mismo para empezar a ganar la batalla al coronavirus SARS-COV-2-, y hay que hacerlo rápido, porque "cuanto más dejemos que las variantes se extiendan más difícil va a ser que las vacunas sean eficaces y que lleguemos a ese mínimo de población vacunada que hace falta".
Hasta el momento ya disponemos de tres vacunas autorizadas en Europa y que son las que se están administrando en España, una lista que se ampliará en breve con la vacuna de Janssen -la primera de una sola dosis-, y "deberíamos tener pronto la quinta, la de Novavax". Lógicamente, "cuantas más vacunas haya y más gente se vacune menos probabilidad hay de que las variantes se extiendan, y ya hemos visto que se extienden muy rápido".
Aunque recientemente en algún estudio, como el realizado en Israel, se ha visto que la eficacia es bastante elevada con una dosis, "la ficha técnica de la vacuna con la que se autorizó en la Agencia Europea dice que hacen falta dos dosis para conseguir la eficacia que se consiguió en el ensayo clínico. Ahora estamos viendo que las segundas dosis se pueden retrasar, pero es más por un tema de logística, hemos tenido que adaptarnos a lo que se vaya recibiendo".
Hay un aspecto de las vacunas que últimamente parece haber acaparado más nuestra atención, y es el nivel de eficacia de las vacunas, y a ese respecto hay que precisar que todas son eficaces, además de seguras. "Realmente la eficacia de un ensayo clínico no se puede comparar de una vacuna con otra, porque estamos comparando poblaciones diferentes, en países diferentes, con un protocolo de un ensayo clínico diferente, y puede estar lejos de lo que luego se consigue en la práctica clínica, es decir, el sistema inmune no son matemáticas puras, todos los pacientes son diferentes, la respuesta inmune también, ya lo estamos viendo con las reacciones adversas, no a todo el mundo le da dolor de cabeza, no todo el mundo tiene el mismo pico de fiebre".
Lo fundamental es que, gracias a las vacunas, "ya estamos evitando la hospitalización, que ya es mucho, gente que ya no va a tener que pasar por una UCI, eso es lo que queremos evitar". Y, como añade, "si evitamos los síntomas más graves ya estamos salvando al sistema sanitario de un colapso". "No se puede hacer un ranking de si una vacuna es mejor que otra, en esto dependemos unos de otros, de que nos vayamos vacunando todos", concluye.