La incidencia acumulada, tras alcanzar su pico a finales de enero, se ha reducido en un 50% cada semana, siendo la tendencia decreciente en toda Castilla y León
El toque de queda a las 20 horas en Castilla y León -y por tanto en Salamanca- ha estado en vigor durante un mes, desde el pasado 16 de enero hasta este martes 16 de febrero, tras ser tumbado por el Tribunal Supremo al que recurrió el Gobierno de España contrario a la medida adoptada por la Junta de Castilla y León. El toque de queda más estricto de España y que se adoptó ante el nivel de riesgo extremo de la transmisión de la Covid-19 en una tercera ola que comenzaba a dispararse desde mediados del mes de enero.
El toque de queda adelantado se ha sumado durante este mes a otras medidas como el cierre del interior de los locales de hostelería, gimnasios y centros comerciales o el cierre perimetral de las provincias. Lógicamente una medida por sí sola no doblega la curva, pero ¿hasta qué punto ha contribuido a reducir la transmisión? La Junta de Castilla y León siempre ha defendido la efectividad del toque de queda para limitar el contacto social. Prueba de ello, como ha señalado en varias ocasiones el vicepresidente y portavoz, Francisco Igea, es que esta medida se ha adoptado también en países vecinos. Para hacernos una idea hay que ver cuál era la situación en el momento de su entrada en vigor (16 de enero) y cómo estamos ahora (a 16 de febrero).
Durante el último mes (desde el 16 de enero) Salamanca ha sumado 7.653 casos confirmados de coronavirus, lo que refleja la rápida transmisión que ha tenido esta tercera ola. De hecho, tan solo unos días después Salamanca alcanzaba el pico de nuevos contagios de esta tercera ola (516 notificados el 20 de enero). Más del 28% se han producido en lo que va de febrero (más de 2.100 casos).
En el momento de la entrada en vigor del toque de queda a las 20 horas, Salamanca tenía una incidencia acumulada a 7 días 604 casos por cada cien mil habitantes. Actualmente está muy debajo, 187 casos. El descenso es más acusado si tenemos en cuenta que el pico de la incidencia a 7 días se alcanzó a finales de enero (825 casos por cada cien mil habitantes el 25 de enero). Por su parte, la incidencia acumulada estaba en 874 casos por cada cien mil habitantes el 16 de enero, y hoy está en 528 tras alcanzar el pico máximo a finales de enero (1.598). La Junta argumenta que la incidencia se ha reducido en más de un 50% cada semana, y que la tendencia es decreciente en todas las provincias
En cuanto a los hospitalizados, aunque la situación mejora lo hace a un ritmo más lento. De hecho, los pacientes hospitalizados actualmente -190 en planta y 31 en UCI-, están en cifras similares a las registradas en los días posteriores a la entrada en vigor del toque de queda adelantado. El pico máximo de ingresados de esta tercera ola se produjo el 8 de febrero, con 343.
Aunque el toque de queda se restablece a las 22 horas, el resto de medidas siguen en vigor hasta el próximo día 23, y desde este miércoles además la actividad no esencial tiene que cerrar a las 20 horas en Castilla y León.