Un recorrido por ríos, arroyos, caños y molinos que discurren por los parajes más emblemáticos de la localidad y su entorno
La comarca histórica, cultural y geográfica de El Abadengo tiene una relación intrinseca con el agua. De hecho, sus límites no se corresponden con una división administrativa. Este territorio dependiente de un abad con potestad señorial, forma una especie de península que se extiende entre tres grandes corrientes fluviales: el padre Duero, el Águeda y el Huebra. Otros ríos y arroyos menores avenan esta comarca, como el Camaces, que después de pasar por Olmedo, Bermellar y Lumbrales se incorpora al Huebra poco antes de que éste desemboque en el Duero, entre Hinojosa y Saucelle. Otro peculiar cauce fluvial, el del "arroyo de 'Troya' corre por dentro de Lumbrales en dirección de Este, Sur y Oeste, pagando tributo al mismo río (el Duero) más abajo de Hinojosa", según recoge Pascual Madoz en su 'Diccionario geográfico-estadístico-histórico de Salamanca' publicado en 1850.
El arroyo 'Troya' hoy denominado Froya, sigue atravesando el casco histórico de Lumbrales, si bien sin apenas agua en su cauce, practicamente seco durante todo el año, excepto en las épocas de lluvias intensas, como las que estamos teniendo en las últimas semanas en el oeste salmantino. Estos días el agua discurre con fuerza por todo el recorrido urbano, desde la zona denominada Las Puentes (en la salida de Lumbrales hacia Olmedo y Bañobárez) hasta la Fuente La Luna, a escasos 100 metros bajo la carretera comarcal 517, que comunica Salamanaca con La Fregeneda y con Portugal. El paso del agua bajo 'las puentes' (en femenino), las típicas estructuras de grandes lanchas de granito apoyadas en pequeños pilares de piedras amontonadas por las que hay que caminar en fila de uno en uno, es todo un espectáculo para los visitantes y para los vecinos de Lumbrales, que rememoran con añoranza su juegos de infancia a la vera, o dentro, del cauce del Froya.
Cuatro puentes de fábrica permiten salvar el cauce en vehículo y comunicar con otros pueblos del Abadengo. En el entorno del cauce del Froya, además de pequeños y fructíferos huertos, encontramos el paraje del Caño Nuevo, que alberga un gran caño de piedra con un ampio bebedero y un típico lavadero restaurado. Este lugar es uno de los enclaves mejor conservados de la villa y forma parte de la Ruta BTT de las Arribes y de la Ruta Turistica Accesible y Autoguiada que discurre por localidad, y permite enlazar en bicicleta con la fuente romada de la carretera de Sobradillo, la estación del ferrocarril, el dolmen de La Navalito y el castro de las Merchanas.
El Camaces, un río molinero
El castro vetón de Las Merchanas se levantó sobre un promontorio granítico en un meandro del río Camaces, aprovechando el cauce del río como primera defensa de los pobladores de este enclave que estuvo habitado desde el siglo II a. C. hasta la segunda mitad del siglo V d. C.
La entrada sur del castro se efectua por encima de una pesquera construida al lado de un molino para retener y encauzar el agua y permitir la molienda de trigo, centeno y cebaza producidos en la villa de Lumbrales. Este molino, el del Tío Justo, que estuvo en funcionamiento hasta mediados del siglo XX y fue rehabilitado junto con el castro, forma parte de una peculiar ruta de molinos establecidos a lo largo de la verada del río Camaces, desde la zona conocida como La Manantía hasta Las Merchanas, una ruta accesible solo en algunos puntos.
Junto a los molinos harineros también se conservan, en no muy buen estado, los 'batanes' construcciones que albergaban máquinas hidraúlicas compuestas de gruesos mazos de madera movidos por un eje que permitían golpear, desengrasar y enfurtir paños y tejidos de la importante industria textil de Lumbrales, que decayó a mediados del siglo XX.
El río Camaces, que nace en el humedal de La Laguna de Cervera, en pleno Campo Charro, discurre en buena parte por el espacio natural Arribes del Duero hasta su espectacular desembocadura en el Huebra: el río por excelencia del Abadengo se despeña entre grandes berrocales de piedra granítica formando una impresionante cascada, el conocido Cachón del Camaces, localizado a escasos 200 metros de otro emblemático enclave arribeño, el puente de la Molinera, punto central del Puerto de la Molinera. A un lado y otro del puente de fábrica se forman pequeñas cachoneras y caozos que mantienen el agua en épocas estivales. Otra oferta de disfrute de los ríos y arroyos que discurren por la comarca del Abandengo.