La tendencia demográfica de la sociedad charra ha motivado la proliferación de complejos residenciales para la tercera edad en Salamanca capital y alrededores
El 2020 ha traído consigo situaciones totalmente insospechadas como calles vacías durante semanas y distanciamientos y aislamientos que jamás habrían tenido cabida en el imaginario colectivo.
Uno de los sectores de la sociedad que más ha sufrido las consecuencias de este año han sido los mayores; por ello su bienestar se ha convertido en la prioridad de casi todas las familias.
Y esos cuidados necesarios para lograr tanto su bienestar como un envejecimiento activo se pueden encontrar en las residencias de ancianos en Salamanca. Su equipo multidisciplinar de profesionales y sus instalaciones totalmente equipadas han garantizado y garantizan que este colectivo envejezca con los mejores cuidados aun teniendo que guardar un aislamiento preventivo.
Los profesionales de geriatría y gerontología cuentan con todos los recursos necesarios para que los mayores se mantengan activos tanto física como mentalmente, incluso en circunstancias de aislamiento ya que pueden trabajar con ellos terapias de manera individual, así como grupal. Además, por supuesto, de recibir los tratamientos y cuidados médicos adaptados a sus circunstancias, así como en el tiempo y forma requeridos para garantizar su bienestar.
La tendencia demográfica de la sociedad charra indica que cada año aumenta la edad media de la población lo que ha dado como resultado la proliferación de residencias de mayores en Salamanca capital y alrededores.
Cada vez cuenta con mejores instalaciones y más amplias lo que permite aumentar el abanico de servicios y actividades ofrecidos a los mayores, de manera que se les proporcionan tanto cuidados físicos como psicológicos siempre de la mano de profesionales totalmente preparados.
Las residencias de mayores actuales quedan muy lejos de esa imagen que se tenía de un simple servicio de alojamiento puesto que gracias a su filosofía de envejecimiento activo y cuidados constantes se han convertido en un hogar para sus residentes donde sentirse seguros, protegidos y, sobre todo, queridos.
Todo esto solo se consigue a través de una atención interdisciplinar basada en una comunicación totalmente fluida entre los profesionales de las residencias, los mayores y sus familiares.
A la hora de buscar las mejores opciones en lo que a residencias de mayores se refieren, los expertos en geriatría y gerontología siempre coinciden en los mismos requisitos: los equipos más completos y los centros con mayor número de servicios y actividades deberán ser definitorios en esta elección.
Las residencias más destacadas y mejor valoradas tanto por residentes como por familiares son aquellas que cuentan con una plantilla multidisciplinar formada por: animador socio cultural, cuidadores, dietista, director médico, enfermeros, fisioterapeuta, podólogo, psicólogo y neuropsicólogo, terapeuta ocupacional y trabajador social.
El trabajo de todos ellos contribuye de manera directa e inmediata al bienestar de los mayores; así como a la relación con sus familiares quienes también se pueden beneficiar del asesoramiento de estos profesionales en lo que a la relación con el residente se refiere.
Transmitir a los mayores confianza en los profesionales que les atienden es vital para que se muestren abiertos y proactivos tanto a los servicios como a las actividades ofrecidas por los complejos residenciales.
Es importante tener en cuenta la calidad y variedad de los servicios ofertados; de manera que los residentes puedan disponer de peluquería, prensa diaria, servicio religioso, ortopedia y ayudas técnicas, podología, talleres de memoria y estimulación cognitiva y una valoración geriátrica integral.
Por otro lado, actualmente, las residencias de mayores cuentan con un amplio catálogo de actividades diseñadas para promover el empoderamiento, la autonomía y el cuidado emocional de sus participantes ofreciendo talleres como: artes plásticas, conciertos, cursos de cocina, festividades, gimnasia suave, jardinería, nuevas tecnologías, terapia de arte y musicoterapia y sesiones de cine y salidas, siempre que sea posible teniendo en cuenta la actual situación sanitaria.
Si reúnen todos estos elementos, se puede confiar plenamente en los centros residenciales de personas mayores ya que se tendrá la total seguridad de que los residentes estarán cuidados y atendidos de la mejor manera posible y siempre respetando la voluntad de los propios mayores y sus familias.