Aunque no suele ser noticia que se jubile la gente, salvo el futbolista de turno o los famosos, su retirada será muy comentada, como la de los profesionales que dejan huella, que quedan como 'eméritos' para siempre. Con Guti, el médico, ocurre lo mismo.
El eterno masajista del Salmantino, llegado de Ciudad Rodrigo, repartió bondad y amistad allá donde estuvo, con los equipos de fútbol, atletas, ciclistas? tantos deportistas en su clínica, y amigos en su agenda, miles de consultas y horas y sesiones de masaje y tratamientos, y al margen de la disciplina deportiva, pacientes diversos y familias enteras.
Me ha llamado Oscar, mi amigo, y el tuyo Guti, el ciclista de Santa Marta? "Amador, que se jubila Guti, hay que hacerle algo tío, un homenaje o algo, mira a ver en tu periódico, tú sabrás?" Pero si no le gusta, es un tío muy sencillo, preserva mucho su intimidad, le digo entre risas. De la entrevista te libraste, pero de este artículo no amigo, junto a tu foto con "La Quinta de la alegría" en las comidas aniversario del legendario Salmantino, ¡y cuántas etapas del filial en las que has disfrutado a tope!
Tantas conversaciones Guti, hablando de cantera, de las oportunidades robadas, de aquellas gestiones arbitrarias y perversas, o de política o la actualidad que tocara, y nuestros últimos desahogos con los sátrapas de ahora, y los 'trajes' que hemos hecho ante tanto disparate sin escrúpulos. Cuánto elemento, Guti, tan diferentes a tu noble pensamiento.
"La codicia ha envenenado las almas", Charles Chaplin. En estos tiempos con los valores en cuarentena, tu conciencia limpia, tu competencia y tu altruismo. Has sabido brillar como una estrella en la sombra. Disfruta ahora desde la barrera, junto a tu enorme compañera, aunque sé que seguirás toreando festivales. No te pases, te lo has ganado. Gracias por ser como eres.