Toral de los Guzmanes se recoge
Para Alfredo Pérez Alencart
Toral de los Guzmanes se recoge
al fondo del espacio más abierto.
El místico encuentra su desierto,
el numen en sus campos lo acoge.
La gracia de los cielos lo escoge,
enciende en su alma un concierto.
El verbo en la poesía no está muerto,
su brío ante el silencio no se encoge.
El campo de Toral en el trabajo
cultiva un paraíso en la tierra.
El surco de su luz no tiene atajo,
el rumbo de su fe no se destierra.
Su encanto desde México me atrajo,
mi verso a su esencia se aferra.
Mi boda con su dote la contrajo,
su lecho me extendió con su palabra,
me dio su oración con que me labra.
El pecho es el templo del amor
El pecho es el templo del amor,
su rito se celebra en su altar.
El cielo nos invita a festeja
la entrega que alivia el dolor.
Un beso nos consume en su ardor,
el nombre de su sino es abrasar.
La noche se convierte en un cantar,
el hombre recupera su vigor.
La vida se descubre en la inocencia,
en la verdad se aprecia su ilusión,
la caridad la certifica como ciencia,
la Navidad la vuelve bendición.
En sus hijos encuentra complacencia
el Misterio dormido en su canción.
Familia Torres Rechy
torres_rechy@hotmail.com