Hoy, con motivo de la presentación de la campaña Operación vivienda de Cáritas Diocesana de Salamanca el próximo miércoles, hacíamos balance y recordábamos ese doloroso hashtag #QuedateEnCasa que ha sido el gran protagonista de las redes sociales, campañas de publicidad, medios de comunicación y de la mayoría de nuestros chats de los últimos meses. Tres palabras que hicimos tan nuestras que forman y formarán parte de cada uno de nosotros durante mucho tiempo. Tres palabras dolorosas que no garantizaban otra cosa que nuestra seguridad y la de las personas que más queremos. Nunca tres palabras habían tenido tanto significado.
"Seguridad" esa que hemos tenido unos pocos afortunados, pero de la que algunos no han podido gozar. Esa sensación de protección que nos daban esas cuatro paredes mientras nos protegíamos de las desgracias que albergaba nuestro alrededor. Estar en casa ha sido duro, pero no queramos ponernos en la piel de esas personas que no han tenido esa suerte, que no han podido garantizar la seguridad de sus hijos, que han estado viviendo en condiciones insalubres o en unos míseros metros cuadrados.
Llega la Navidad y la vivienda adquiere una connotación más alentadora. Cáritas, un año más, se propone no soltar la mano de esas personas que más lo necesitan en estas fechas tan señaladas. Poner en contacto personas de gran corazón con los grandes olvidados de nuestras sociedades y ofrecerles el derecho del que todo ser humano debería gozar, el derecho a la vivienda. Esa es sin duda la gran pretensión, una navidad más, de Cáritas Diocesana de Salamanca.
Recordemos que la Operación Vivienda es un proyecto en el que Cáritas ofrece ayuda a las familias que están en situaciones extremas en el pago del alquiler, aunque también busca asegurar que dentro de la vivienda no se pierdan las condiciones mínimas de habitabilidad como la luz, el gas y el agua. Aunque también se le ofrece una respuesta a todas aquellas personas que no tienen hogar a través del Centro de Acogida Padre Damián y de la Casa de Acogida de enfermos de VIH y SIDA, Casa Samuel. Para muchas de estas personas, los centros son su verdadero hogar, donde se sienten cuidados, reconocidos, aceptados y donde establecen sus vínculos afectivos y sus relaciones personales.
Son muchas las personas que participan en este proyecto, y una de ellas nos ha contado cómo lo ha hecho: "Nuestra forma de colaborar fue ofrecer una vivienda que teníamos vacía para que una familia sin recursos pudiera vivir en ella". Gracias a grandes actos como este, muchas familias consiguen tener una vida digna. Además, otra de las familias a las que ayuda Cáritas, no recibe los ingresos suficientes para poder hacer frente a todos los pagos, y nos asegura que "es un respiro contar con su apoyo. Si no estuviera Cáritas, no sabría cómo afrontar esta situación".
Si tú también quieres ayudar puedes entrar en. www.caritasalamanca.org. En estas fechas. Cáritas te puede ayudar a trasladar el calor de tu hogar a la vida de aquellas personas menos afortunadas. La Navidad es para compartir, ¿por qué no hacerlo también con ellos? Un nuevo comienzo es posible.
María Regadera Martín y Estela Martín Sierra