Filósofo, profesor, ensayista y crítico literario es una de las figuras más importantes de la intelectualidad portuguesa del último siglo e impulsor del Centro de Estudios Ibéricos
La Presidencia de la República Portuguesa anunció ayer 1 de diciembre la muerte a los 97 años de Eduardo Lourenço, filósofo, ensayista y uno de los mayores intelectuales de Portugal del último siglo.
Eduardo Lourenço nació el 23 de mayo de 1923 en São Pedro de Rio Seco, una pequeña aldea en el concejo de Almeida. Sus raíces de infancia estaban en la frontera y sobre ésta, sobre la identidad nacional y sobre las relaciones entre Portugal y España y de la península ibérica con Europa reflexionó y escribió mucho Eduardo Lourenço a lo largo de toda su vida.
Habiendo nacido en la Raya rural situada entre Guarda y Salamanca, estudió en Coímbra, continuó formándose e impartiendo docencia en varias universidades europeas y en Brasil. Además de profesor, ensayista y filósofo era conocida su faceta como crítico literario.
De lo local a lo universal, siempre con Portugal en el corazón y con una visión lúcida sobre los porqués de la forma de ser portuguesa y de cómo la historia y la geografía condicionan ésta. Aunque la mayor parte de su vida residió en el extranjero, tenía un fuerte vínculo con la región de la Beira.
La emigración es uno de los temas que aparecen en "O Labirinto da Saudade", una de sus obras más conocidas y reconocidas. A lo largo de su amplia carrera fue galardonado con el premio Camões de literatura, con el Fernando Pessoa y con el Vergílio Ferreira, entre otros. Era doctor honoris causa por varias universidades de prestigio.
Fue impulsor del Centro de Estudios Ibéricos, con sede en la ciudad portuguesa de Guarda, del que forma parte la Universidad de Salamanca, entre otras instituciones de pensamiento españolas y portuguesas situadas en la Raya ibérica.
El CEI- Centro de Estudios Ibéricos concede cada año un premio que lleva su nombre, por el que se distingue la obra de aquellos autores que han contribuido al nexo de unión presente en la cultura hispano-lusa. También la biblioteca municipal de Guarda lleva su nombre.
Portugal está hoy de luto, se ha ido un hombre que pensó mucho sobre la compleja idiosincrasia portuguesa y dejó algunas explicaciones. Vinculó parte de ellas con la relación que Portugal ha mantenido a lo largo de la historia y mantiene con España y sobre el papel ibérico en Europa. El primer ministro António Costa decretó ayer al conocer la noticia de su muerte jornada de luto nacional durante este miércoles.
Por su parte, Marcelo Rebelo de Sousa, presidente de Portugal, manifestó que el hecho de que la muerte de Eduardo Lourenço haya acontecido un 1 de diciembre es una "coincidencia simbólica". Este día es festivo nacional en el país por celebrarse el día de la independencia, el día que Portugal recuperó su soberanía tras los 60 años bajo dominio español a finales del XVI y comienzos del XVII.
"Toda su vida estuvo dedicada a pensar sobre Portugal, sobre lo que es ser portugués y sobre cuál es nuestra identidad", afirmó Rebelo de Sousa. "Portugal le está muy agradecido por el servicio a nuestra patria", concluyó el presidente.
Uno de los mayores pensadores de toda la simbología portuguesa ha muerto un día tan simbólico para Portugal como un 1 de diciembre.