Las diligencias se encuentran en el Juzgado de Instrucción 3
El Juzgado de Instrucción número 3 de Valladolid investiga la posible comisión de un delito de estafa por parte de J.C.V, un camarero que supuestamente habría manipulado a una cliente frecuente del bar donde trabajaba para conseguir que firmase un testamento nombrándolo heredero universal de una fortuna de 1,5 millones de euros, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.
El 28 junio de 2020, A.Z.Z, una empresaria de Valladolid fallecía a sus 95 años. Había compartido toda su vida con su esposo, quien falleció el pasado mes de enero.
En febrero de 2018 había sido declarada incapaz debido a los fuertes trastornos fruto del Alzheimer y la demencia senil que padecía, quedando como tutora su sobrina quien había cuidado de la entonces pareja de ancianos desde hace varios años y quien los acompañó hasta su lecho de muerte. Tras la muerte de la nonagenaria, su sobrina, única familia y quien creía ser heredera universal, acudió al notario de cabecera para informarle sobre el fallecimiento de su tía.
En ese momento, el notario le manifestó que no le podría entregar el testamento pues, aunque años antes su tía le habría nombrado heredera universal de su fortuna de 1.500.000 euros, un par de semanas antes de que fuese declarada judicialmente incapaz habría creado un nuevo testamento en el que nombró como heredero universal de todos sus bienes a otra persona y, en caso de morir antes éste, al hermano de esta persona.
Tras presentar la correspondiente denuncia ante la Comandancia de la Guardia Civil por la posible estafa cometida al haberse manipulado a una persona con Alzheimer y demencia senil que pocos días después sería declarada incapaz, los hechos delictivos comenzaron a investigarse en el Juzgado de Instrucción 3 de la capital.
GIRO DE LAS INVESTIGACIONES
Semanas después la investigación tomó un giró por sorpresa, ya que el notario tuvo que aportar a la causa el nuevo testamento en el cual se desprende que J.C.V, un camarero del restaurante donde todos los días solía tomar el desayuno la difunta, habría sido nombrado heredero universal de su fortuna e inclusive, en caso de premoriencia, su hermano con el que la difunta no habría tenido contacto alguno.
La responsabilidad penal de este hecho podría ser por un delito agravado de delito de estafa, debido a la gravedad de la cantidad defraudada, así como del abuso en las relaciones personales de la incapaz con los investigados.
De demostrarse estos hechos en el desarrollo de las correspondientes pesquisas, los investigados podrían enfrentarse a penas de hasta ocho años de prisión y multa de 24 meses.
Fuentes de la acusación particular apuntan su intención de solicitar la declaración también de un abogado de la localidad, al haber sido nombrado albacea en el nuevo testamento y ser otro de los clientes frecuentes del bar en el que trabaja el camarero investigado, al objeto de esclarecer su posible participación en los hechos.