Nacida en La Coruña (España) en 1771 Isabel Zendal fue la primera enfermera de la historia en misión internacional reconocida por la OMS. Se sabe muy poco sobre su vida, ni siquiera la fecha exacta de su muerte, sucedida en México.
Isabel Zendal) podría haber sido reconocida como madre de la Enfermería. Injustamente, la historia de esta gran mujer ha permanecido en silencio durante más de 200 años.
Zendal era hija de familia muy humilde, sus padres agricultores pobres.¿ Quizás esa fue una poderosa razón para su no reconocimiento? La desigualdad social. Fue la segunda de nueve hermanos, perdiendo a tres de ellos (uno al nacer y otros dos, gemelos, en su primer año de vida). Su madre falleció de viruela cuando Isabel tenía 7 años. A la edad de 20 años (1791) empezó a trabajar en el Hospital de la Caridad de la Coruña, fundado por Teresa Herrera (otra célebre filántropa coruñesa), primero como ayudante, en 1800 como rectora. En 1796 nació su hijo Benito, al que crió como madre soltera. ¡Casi nada en aquellos tiempos!
Formó parte de la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna o Expedición Balmis (médico militar español de la corte del Rey Carlos IV, el monarca había sufrido de viruela) para cuidar de 22 niños de entre 3 y 9 años (incluyendo a su propio hijo) de la Casa de Expósitos de La Coruña. Viajaron a América y poder llevar la vacuna de la viruela (fue la primera vacuna humana) descubierta por Edward Jenner, a territorios españoles de ultramar.
En 1803, se publicó el decreto por el cual se incorporó a Isabel a la expedición: "... sea incorporada en la misma expedición en clase de Enfermera, con el sueldo y ayuda de costa señalada a los Enfermeros, para que cuide durante la navegación de la asistencia y aseo de los Niños que hayan de embarcarse y cese la repugnancia que se experimenta en algunos Padres de fiar sus hijos al cuidado de aquellos, sin el alivio de una Mujer de PROVIDAD [moralidad, integridad y honradez]..."
La corbeta María Pita partió rumbo a América el 30 de noviembre de 1803 con 37 personas a bordo entre las que se encontraban el cirujano Balmis, dos médicos asistentes, dos prácticos y tres enfermeras, además de Zendal. Partieron hacia Ámerica.
Ningún niño, ni tampoco la propia Isabel Zendal (que moriría en Méjico, después de cumplir la misión asignada y por causas naturales), regresó a España.
La misión consiguió que la vacuna llegara Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Nueva España, Filipinas y China, vacunando directamente a unas 250.000 personas.
La viruela, fue una de las enfermedades más letales de la historia, que al igual que el covid-19.No conoce clases sociales.
Se propagaba fácilmente, de una persona a otra por las gotas de saliva, sábanas y ropa. Es más contagiosa durante la primera semana y puede seguir siendo infecciosa hasta que caigan las costras de la erupción.
Se declaró erradicada en todo el planeta, OMS, año 1980. Solo en el siglo XX provocó 500 millones de muertes, con un 30% de mortalidad global.
La Organización Mundial de la Salud consideró a mediados del siglo XX a Isabel Zendal, como la "Primera enfermera de la historia en misión internacional".
Deseo rendir homenaje a otra gran MUJER, que por ser mujer no se la tuvo en consideración.
En 1717, Mary Wortley Montagu, amante del embajador británico en Estambul, Edward Wortley Montagu, se convirtió en una de las primeras europeas en visitar las habitaciones secretas de los harenes imperiales otomanos que conseguían hacer volar la imaginación de los viajeros occidentales. Pero si ha pasado a la historia es por tratar, sin éxito, de popularizar en 1718 el remedio turco para la viruela, treinta años antes de que naciera Edward Jenner, el médico que se llevó la gloria tras publicar en 1798 la investigación que dio lugar a la vacuna.
Pero el remedio no era innovador: la inoculación era utilizada por los médicos árabes desde el siglo VI y había sido probado con éxito en campesinos y esclavos africanos, chinos o griegos. Lady Wortley Montagu (1689-1762) lo había conocido en Turquía, y a su regreso a Inglaterra, en 1718, intentó por todos los medios que los médicos ingleses tomaran en consideración este antídoto, pero su condición de mujer y la desconfianza hacia Oriente, llevaron a ignorar un método que contradecía todo cuanto los médicos habían estudiado: enfermar deliberadamente a un paciente sano era cosa de mentes locas y calenturientas.
Ese fue, precisamente, uno de los problemas:
Ni Galeno ni Hipócrates habían mencionado en sus escritos cómo tratar el mal, los médicos del siglo XVIII empleaban en ocasiones el tratamiento recomendado por el médico persa Avicena (Ibn Sina o Avicena Ali And-Allah Ibn Sina nacido en Avicena, año 980 - 1037 Nombre por el que se conoce en occidente al "El Príncipe de los médicos") mantener a los enfermos de viruela durante días en un cuarto cerrado, sobrecalentado, para que sudaran y expulsaran lo malo que había en su cuerpo ¿les suena a los mayores?
Para finalizar, les recomiendo ver la película 22 ángeles