Severos en su luto los altares,
embriagan con su incienso las moradas.
Las llenan de la vida del pasado,
las vuelven el presente del ayer.
La noche se detiene a las ventanas,
se asoman las estrellas con sigilo.
Los perros en las calles se recogen,
los gatos atestiguan el milagro.
El tiempo se unifica en el espacio,
se encuentra en equilibrio la existencia.
El viento con su soplo se deshace,
se vierte en su vacío la presencia.
Y surge con su sol el día nuevo,
viniendo con retraso al festín.
Familia Torres Rechy
Xalapa, Veracruz, México
Octubre-noviembre de 2020