Este programa es una colaboración de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Salamanca y Playtime Audiovisuales
El centro de arte contemporáneo de Salamanca, DA2, ha inaugurado hoy el vigésimo cuarto programa del ciclo Visiones Contemporáneas, dedicado a las últimas tendencias del cine y el vídeo en España. Se trata de un proyecto comisariado por Playtime Audiovisuales, en colaboración con la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Salamanca.
Este nuevo ciclo está dedicado al artista, Carles Congost. A través de la puesta en escena de imágenes que aluden al mundo del pop, el imaginario adolescente y la cultura de masas, Congost reflexiona sobre cuestiones que recorren desde la propia práctica artística hasta fenómenos como el de la construcción de ídolos y estrellas juveniles. Considerando el problema de la comunicación intergeneracional como hilo conductor de todo.
Con una estética personal en la que confluyen influencias del cómic, el videoclip, la serie B, el género de terror, el musical o la cultura televisiva, su trabajo implica distintos campos profesionales y se articula en diferentes formatos. Este ciclo se centra en su prolífica producción en vídeo, que abarca desde finales de la década de los 90 hasta la actualidad. Sus vídeos son tratados con un profundo cuidado de la puesta en escena y una estética a nivel formal que le acercan al mundo cinematográfico, algo patente, especialmente, a partir del año 2010 con representaciones de puro artificio próximas a las grandes producciones.
De su interés por la música pop como actitud política y la cultura electrónica nació el grupo The Congosound del que es cofundador, en sus comienzos junto a Vincent Fibla y en la actualidad con Josep Xortó. También son habituales sus colaboraciones con otros músicos como Fangoria o Astrud.
Carles Congost ha participado en algunas de las más importantes ferias de arte y museos, tales como el MUSAC (León), Fabra i Coats, Centre d`Art Santa Mònica y La Virreina (Barcelona), Fundación BBVA, La Casa Encendida y el MNRS (Madrid). Feria ARCO (Madrid), Manifesta11 (Zurich, Suiza), Songwon Art Center (Seúl, Corea del Sur), MidPoint (Bruselas, Bélgica), Art Basel (Basilea, Suiza) o el Palais de Tokyo (París, Francia). Esta es la primera vez que expone de manera individual en Salamanca.
Obras que se exponen
Esta muestra incluye cuatro obras del artista: That's My Impression!, Un Mystique Determinado, Easy Katz / Bad Painting Series y The Wolf's Motives.
Realizada a modo de programa cultural televisivo, That's my impression! analiza la obra y muestra los procesos de trabajo del propio Carles Congost. Con esta obra ironiza sobre su propio papel como artista y el lugar que ocupa en este mundo, realizando este programa a manera de auto retrospectiva, en 2001, cuando todavía contaba con una incipiente carrera pero en la que ya están presentes muchos de los temas que irá abordando a lo largo de los años, las subculturas juveniles, el mundo del pop o la moda.
Entre el musical y el falso documental, Un Mystique Determinado nos adentra en la vida de un adolescente, papel interpretado por Pablo Rivero, que tras ser bendecido por la inspiración artística, el mystique, deja su prometedora carrera como futbolista para dedicarse al vídeoarte.
Easy Katz es el capítulo segundo de la serie Bad Painting, que Carles Congost inició en 2010. Alex Katz es un pintor norteamericano, considerado como uno de los padres del arte pop. Sus obras más reconocidas son los retratos coloristas de gran formato, que la joven protagonista de este vídeo intenta imitar. Con el singular sentido del humor que le caracteriza, Congost nos presenta en esta ocasión una situación de drama familiar en la que una chica habla por teléfono con su madre sobre la imposibilidad de entregar un trabajo a tiempo. El eje vertebrador de la pieza es el dilema moral de cómo hacer la elección adecuada y las consecuencias que esto pueda acarrear en la trayectoria artística de alguien que empieza.
Con The Wolf's Motives Congost se sumerge en el artificio y la construcción de narrativas de ficción, partiendo de una crítica salvaje al consumismo y las estrategias de control que el capitalismo pone en marcha para supeditar a la juventud. La melancolía de las películas y grupos juveniles de la década de los 80 que tanto le han influido desde sus comienzos, están presentes en esta obra, junto al lenguaje publicitario que utilizan las grandes marcas de ropa, perfumes o telefonía móvil, en definitiva, todo lo que en apariencia "construye la identidad adolescente".