En esta sociedad de la imagen, en la que se llega a decir que uno es lo que parece, cada vez adquiere más importancia la imagen corporal, sea en una selección de personal para el trabajar, en el proceso de seducción sexual o se trate de votar a los candidatos en las elecciones. La modulación social es tal que podemos llegar a creer que "todo es imagen".
Pero las cosas son más complejas.
Las semejanzas en los gustos tienen dos orígenes, la herencia propia de la especie y los aprendizajes sociales hechos por el individuo. Las diferencias en los gustos sexuales y amorosos son, por otra parte, muy grandes y diversos. Por eso, toda afirmación que pretenda uniformar estas diversidades es un error y una forma de presión sobre las personas, como hace las industrias de la moda y tantas otras.
¿Qué es lo que más le atrae a usted?
Eb general, podemos decir que cuando no conocemos a la persona y se trata de atracción a primera vista, es muy probable que sea la figura corporal y forma de estar o "sex appeal", lo que condiciones nuestra atracción; mientras que si convivimos con esa persona es seguro que tendremos también en cuenta otras características, que incluso podemos llegar a priorizar.
Por otra parte, la atracción sexual está muy ligada también al "para qué" quiero seducir a esa persona: una cosa es si se trata de tener una relación sexual puntual, con alguien que casi no conocemos (en este caso, la figura corporal o alguna de sus características citadas pueden ser prioritarias), otra, muy distinta, si se trata del inicio de un proceso de enamoramiento o de formación de pareja estable, con la intención de compartir la vida y tener hijos.
Hay muchas investigaciones sobre la atracción, especialmente en psicología social.
Unas se centran en la figura física global o en determinados rasgos concretos (cara, pechos, ojos, piernas, glúteos, manos, etc.). ¿Cuáles son sus preferencia?
Otras en el estudio de las feromonas (hoy muy ocultadas por los perfumes), la novedad de la persona o sus caricias, el buen humor, las habilidades sociales, el buen trato, etc.
Y otras estudian aspectos más centrales: quien nos permite ser como somos -la autenticidad-, nos valora y recompensa, es semejante en aspectos y criterios fundamentales de la vida (estilo de vida, creencias e ideología, etc.), es una persona responsable y ética, etc.
Ya ve usted que somos complejos y muy diversos. Es una suerte, porque es más divertido, hay sorpresas frente a convenciones sociales y, sobre todo, nos permite elegir sobre un amplio abanico de posibilidades. Por cierto, hoy también podemos cambiar de pareja, si hemos tomado una decisión que consideramos errónea.
Esperemos que la sociedad de la imagen no nos condicione tanto.
Solo un par de consejos, que no pretenden condicionarle: valórese a sí misma, sea usted una persona auténtica y promocione el valor y la autenticidad de su pareja. Haga esfuerzos para conocerse y responsabilizarse del propio bienestar y el de la pareja.