Los efectos de la pandemia del coronavirus están golpeando a asociaciones como Ariadna que, además de solventar la falta de recursos económicos, requiere de más espacio para atender a sus usuarios y cumplir con todas las medidas establecidas
"La situación económica nos está ahogando un poco, tenemos una falta de recursos económicos que nos impide contratar personal educativo y de limpieza, materiales de protección, etc". Así lo señalan desde Ariadna, Asociación de Personas con Autismo, y que en palabras de Carmen Calvo, secretaria de la asociación, describe el impacto que está teniendo la situación generada por la pandemia del coronavirus en el día a día en la atención a sus usuarios.
Además del Centro de Día ubicado en Garrido (actualmente con 11 usuarios), Ariadna cuenta con el Centro Concertado de Educación Especial La Cañada, para las etapas académicas iniciales y hasta los 21 años (en este caso, son 29 usuarios). "Ahora mismo tenemos bastantes problemas de espacio", explica Calvo, "en el centro educativo aprovechamos algún aula del Colegio Rodríguez Aniceto que cuenta, solamente, con veinte alumnos, pero necesitamos más espacio para trabajar y un aula para poder aislar posibles casos Covid y poder desdoblar algunas aulas con niños con problemas de conducta". Hasta ahora "no habíamos notado tanto la falta de espacio y lo hemos soportado porque desarrollábamos muchas actividades fuera del centro, tanto al aire libre como actividades laborales pero la situación de pandemia nos ha obligado a cancelar todo", añade al respecto.
Para solventar este problema, desde el Ayuntamiento "se nos ha confirmado que van a cedernos la guardería municipal de Pizarrales, pero para que nosotros entremos es necesario que la guardería nueva esté terminada y los niños se cambien, se supone que a finales de septiembre estaría acabada".
No menos importante es cómo afrontar la falta de recursos económicos que está suponiendo serias dificultades para la ran mayoría de las asociaciones, ya que como explican desde Ariadna, "nuestro principal ingreso viene de las administraciones, tenemos cinco aulas concertadas en el colegio y otras dos plazas en el centro de día, el resto de familias dependen de la ayuda económica por la Ley de Dependencia". Por otro lado, "otro gran sustento viene del Día del Autismo, carreras solidarias, mercadillos o la cena benéfica, por lo que nuestra situación ahora se complica bastante".
Al igual que el resto de centros educativos, la asociación Ariadna recuerda que "llevamos años reclamando la presencia del enfermero escolar en los centros". "Aparte de cualquier enfermedad común, nosotros tenemos niños con medicación, crisis epilépticas, enfermedades raras o diabetes. Por ejemplo, hemos tenido el caso de un niño positivo en COVID pero él, obviamente, no nos decía como se sentía, rechazaba la comida porque perdió el olfato y el gusto y su comportamiento cambió radicalmente, pero no se lo habíamos detectado y, cuando se le hizo la prueba, nos confirmaron que ya había pasado la enfermedad", explica al respecto.
Además, hay problema añadido, "la brecha digital". Y es que en la asociación también necesitan equipos informáticos "para que, si en un momento dado hay un confinamiento o cierre del centro de día, se pueda trabajar desde de casa con los equipos y aplicaciones preparadas para ello, y mientras tanto enseñarles a manejarlo".