A los hosteleros salmantinos no se les escapa que la vuelta a la fase 1 tanto en Salamanca como en Valladolid tiene algo o mucho que ver con el comienzo de las ferias y fiestas. De hecho, algunos empresarios que habitualmente exponen en la Feria de Muestras, ya sabían desde el mes de mayo que este año no iban a poder hacerlo. Posiblemente la medida esté bien tomada: el virus sigue entre nosotros y alegan que pretende evitar concentraciones que provoquen los contagios. Pero conlleva algo que con toda seguridad está mal: los propietarios de bares, cafeterías, restaurantes y otros pequeños negocios que veían en las fiestas la oportunidad de empezar a recuperarse de tantas pérdidas, han tenido que convencerse de que es imposible. ¿Valdrá pues para algo esta medida?
Para evitar concentraciones, desde luego que no; los que quieran saltarse a la torera las normas de seguridad establecidas no van a dejar de hacerlo porque lo diga un papel, Pero para acabar de arruinar a los pequeños empresarios, desde luego que sí.
Total, lo de siempre: que tienen que pagar justos por pecadores. Y en este caso desgraciadamente tan culpables somos los ciudadanos como las autoridades.