EDUCACIóN
Actualizado 28/08/2020
Sergi Garcia

Sea cual sea el interés, la insistencia del confinamiento al que ha empujado la pandemia de la Covid-19 supone un punto a favor en formación

Con la intención de complementar los estudios, encontrar una pasión o incluso incrementar la empleabilidad, la formación continua online es hoy una realidad. Internet se ha convertido el templo del aprendizaje, especialmente durante la reciente cuarentena causada por el coronavirus. Y contando con plataformas de formación de la talla de Formación Activa, la efectividad del aprendizaje está más que asegurada.

Formarse para vivir

El nivel de importancia de la formación, tanto profesional como académica, no es un requisito específicamente contemporáneo. La especialización en una materia concreta, sea por interés, futuro o necesidad laboral, es siempre indispensable. Es a partir del conocimiento de donde nacen las grandes ideas y la mayor capacidad para labrarse un buen camino. Todo aprendizaje es útil y provechososin importar su destino de aplicación. A modo de ejemplo, el ingeniero que diseñó el amortiguador que maneja un operario en una obra puede desconocer los entresijos de la construcción, así como el albañil puede no conocer en profundidad el alma de sus herramientas.

Sea cual sea el interés, la insistencia del confinamiento al que ha empujado la pandemia de la Covid-19 supone un punto a favor en formación. Pudiendo disponer de tantísimos y tan dispares métodos de entretenimiento con tan sólo acceso a Internet, ¿por qué no aprovechar la reclusión parcial para fortalecer el aprendizaje? En la red puede encontrarse cualquier tipo de plataforma web de formación que, como Formación Activa, ofrece un sinfín de interesantes y variopintos cursos de formación. Desde cursos como agente de aduanas hasta cursos de automaquillaje online. Siendo Internet, de este modo, el aula perfecta para cualquier alumno.

Del entretenimiento a la necesidad

Para muchos, la asistencia obligatoria en cualquier tipo de clase puede suponer, además de un gran desafío, un pequeño contratiempo. Nuestro frenético día a día a menudo impide compaginar adecuadamente el horario laboral y las responsabilidades con los estudios. Sin embargo, las ventajas de la formación continua en cualquier puesto de trabajo a través de Internet lo cambian todo. No sólo gracias a la mayor comodidad que la red confiere para escoger y organizar horarios de estudio. Sino que, también, porque su ubicuidad permite acceder al conocimiento desde cualquier parte, bastando tan sólo con algún dispositivo con conexión a Internet.

Cada vez son más las personas que optan por la formación online, compaginándola con el trabajo u otros estudios, para atinar mejor aún su currículum profesional. Además de completándolo mediante la especialización en ciertas materias relevantes para con la rama central del interés del individuo, permitiendo abarcar todavía más conocimientos. Y también entretenimiento. La misma plataforma Formación Activa dispone de un gran y diverso abanico de cursos que abarcan desde cursos de magia online y guitarra, hasta cursos de adiestramiento canino, interiorismo, yoga o primeros auxilios. No existe límite alguno cuando la intención es reforzar todo cuanto puede almacenar nuestro cerebro.

De hecho, y asimilando la idea de que el saber no ocupa lugar, y menos aún si el temario se encuentra en la nube de Internet, el cerebro humano dispone de una capacidad de almacenamiento de unos 2,5 pentabytes. Lo que viene a ser 1 millón de gigabytes o, en otras palabras, una cantidad de información tan extensa que, en caso de trasladarla a un televisor, sería necesario dejarlo encendido durante tres siglos hasta consumirla por completo. Evidentemente, llenar tal espacio de almacenamiento es una tarea más que imposible. Pero no por ello debemos jamás ponernos límites al aprendizaje. Y menos aún con todos los beneficios que es capaz de aportar.

Acceso a lo que más nos gusta

A causa del trabajo o las responsabilidades familiares, muchos dejan de lado sus estudios, o no prolongan su interés en una materia personalmente atractiva, por falta de tiempo. La formación online, sin embargo, y gracias a la ubicuidad de la red de redes, entiende del tiempo tan sólo la administración que puede hacer del mismo un usuario. Al acceder a una red social desde nuestro teléfono móvil ya estamos consumiendo y almacenando información en nuestro cerebro. Recogemos datos, los relacionamos y los procesamos para después cimentar, en este caso, la idea sobre un concepto o sobre una persona. Del mismo modo, la formación online sucede con esa misma sutileza.

Aprender de forma online tiene, como principal ventaja, que la materia a aprender actúa como una asignatura optativa. Echando mano del recuerdo, seguramente muchos se habrán percatado de la diferencia de su propio rendimiento al estudiar una lección obligatoria respecto a una escogida por uno mismo. Y eso es. Con total certeza, escoger un curso online de, por ejemplo, Formación Activa no consistirá jamás en una obligación como tal, sino en la apetencia de un mismo individuo y su necesidad de aprendizaje.

Además, de una rápida exploración en este tipo de plataformas puede surgir una nueva pasión que, de otro modo, quizás, hubiera sido inabordable desde otro contexto. Nuevamente, 2,5 pentabytes esperan en nuestras cabezas un impulso eléctrico en forma de conocimiento. Sea útil tanto para nuestro trabajo como para nuestra vida, porque, con más sinceridad que nunca, el saber jamás ocupará lugar.

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