Nieves García es alcaldesa de Sorihuela y como otros tantos regidores municipales, ha vivido y vive con incertidumbre y a la vez con positivismo este atípico verano marcado por el Covid-19 y la cancelación de las fiestas y eventos que hasta el año pasado atraían hasta la localidad a multitud de visitantes.
Un pequeño municipio de la Sierra de Bejar en el que también se están notando ciertos cambios a lo largo de esta época estival ya que, tal y como reconoce la primera edil "ha venido algo menos de gente que otros veranos. En general todo el mundo ha llegado concienciada, pero sí que es verdad que tenemos juventud que no lo están del todo" y recuerda como, al respecto de esta situación "hemos tenido que sacar un Bando y emplearnos un poco más en concienciar, pero nada grave. Las actividades culturales también han salido bien y con todas las medidas estab
lecidas".
La población habitual de Sorihuela está situada en torno a los 270 habitantes pero como el resto de pueblos de nuestra provincia, a lo largo de este verano, se ha triplicado, superando los 800. "No hemos visto aglomeraciones en bares ni en eventos, ósea que a pesar de tener tanta gente en el municipio no nos podemos quejar, todo el mundo está siendo muy respetuoso" asegura.
Si hablamos de las ventajas de esta llegada masiva, Nieves lo tiene claro "creo que está en los reencuentros. Hemos vivido unos meses muy duros y ahora, a pesar de la mascarilla y la seguridad, podemos volver a saludarnos. Durante el confinamiento no nos veíamos ni los que estábamos en el pueblo?ha sido muy triste. Pero además de esto también hay que destacar la economía de todos los negocios y establecimientos de la localidad, algo imprescindible también para poder continuar".