La imagen paraba en cada calle de la localidad para que los vecinos pudieran dedicarle bailes desde sus puertas en la Alboreada
Cantaracillo ha querido honrar a San Roque en su día grande a través de un acto marcado por los protocolos especiales frente al Covid-19. Un año sin los actos multitudinarios típicos de esta señalada fecha, que se festejaba con la imagen del santo recorriendo las calles portado
en unas andas con ruedas, que eran desplazadas por una persona, mientras en cada calle los vecinos se asomaban a sus puertas, dedicando a su llegada bailes y vítores, acompañados por los sones de la dulzaina. Un acto que se realizaba a primeras horas de este domingo y que culminaba con una solemne misa en su honor.
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