Decía San Pablo en una lectura litúrgica reciente que, "a los que aman a Dios todo les sirve para el bien". También dice el refrán que "Dios escribe derecho con renglones torcidos", o sea, que Dios, Misterio donde los haya, tiene la costumbre o la manía de sorprendernos. Y así, intentando rezar el otro día, la imaginación, "la loca de la casa", como la describió Teresa de Jesús, "La Santa" de Alba o de Ávila, o más bien universal, me llevó a tropezar con la letra de una canción ?la música no me mola mucho- del grupo Def Con Dos en esta su nueva época:
Una pudorosa mojigatería/ se instala en la izquierda como rebeldía/ No hay nada más falso ni que más estorbe/ que el nuevo puritanismo progre.
Me llamó la atención que asociaran el puritanismo con lo progre. El Diccionario de la RAE, 22ª edición, define el puritanismo como la "doctrina de los puritanos", o como "exagerada escrupulosidad en el proceder". Pero ¿qué es un puritano?: "Dicho de una persona: Que real o afectadamente profesa con rigor las virtudes públicas o privadas y hace alarde de ello". Los subrayados son míos?En una segunda acepción, lo refiere a un individuo que pertenece a un grupo reformista, inicialmente religioso, formado en Inglaterra en el siglo XVI, que propugnaba purificar la Iglesia anglicana oficial ?el subrayado también es mío- de las adherencias recibidas del catolicismo.
No quedé muy satisfecho y hurgando, hurgando en internet di, que es como dice Cervantes y no "topé", con un artículo escrito alrededor de 1910 por la anarquista norteamericana Emma Goldman, en el que refiriéndose al censor puritano Cumstock, dice de él: "lo mismo que el Torquemada de los días sombríos de la Inquisición, es el que dicta la norma moral; dicta los cánones de lo bueno y de lo malo, de la pureza y del vicio. Como un ladrón en la noche, se desliza en la vida privada de las personas, espiando sus intimidades más recatadas".
De modo que el Puritanismo, que comenzó en el seno del primer protestantismo como un sano afán de reforma, con la justa intención de recuperar la pureza del Evangelio y rechazar la corrupción de la Iglesia, de las Iglesias, se habría convertido, al trasplantarse al Nuevo Mundo, llevado por los primeros colonos embarcados en el Mayflower, en una ideología política al servicio de los poderosos para embridar y esclavizar la libertad.
Llegado a este punto, como me había perdido un poco, decidí acudir al Evangelio y a la experiencia de la Primera Iglesia, recogida en el Nuevo Testamento, que son los puntos de referencia obligados de toda reforma auténtica de la Iglesia. No hay una lectura "inocente" del Evangelio, salvo la de los que, como Teresa de Lisieux, han recuperado la "infancia espiritual" -el mismo Unamuno estuvo también cerca de lograrlo y creo que, en su fuero interno, lo logró-, de modo que mi lectura está condicionada por mi experiencia, por mi vida y también por mi pecado ?esto último es solo apto para creyentes-. Sea como fuere, esto es lo que se me impuso en el hueco del almario: que Jesús me pide que sea perfecto, como Dios es perfecto ?Mateo 5, 48-; pero no sé si podré lograrlo por mis solas fuerzas, porque no soy Dios, ni Donald Trump, ni siquiera llego a la altura de Pedro Sánchez?a lo mejor lo que quiere decir es que "por mi honor y con la ayuda de Dios" ?fórmula de la Promesa scout- tengo que intentarlo cada día, en un camino continuo de progreso espiritual. Y, a más a más, como dirían mis amigos catalanes, Jesús mismo dijo: "¿por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino solo uno, Dios", como recuerda San Marcos 10,18. Y, para rematar la faena, el evangelista Juan (capítulo 8, 8) nos presenta a Jesús inclinado en el suelo, sin ganas de hablar; al final, después de un largo silencio, con la adúltera como testigo -¡Una mujer como testigo, qué revolución es esta!?- dice: "El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra".
Traducido a la actualidad: Probablemente habrían apedreado a la pobre mujer. ¿Qué sería el nuevo puritanismo progre que denuncia Def Con Dos? Si nos quedamos en la pura materialidad de la letra, todo se resumiría en otro refrán: "el asunto de la jodienda no tiene enmienda", pero intuyo que van más allá, a la denuncia de la moral políticamente correcta que se nos quiere imponer: ideología de género, nación de naciones, rechazo de la corrupción, regeneración democrática, federalismo asimétrico, república, derecho a decidir, primacía del Mercado y del Capital, Imperio de las Nuevas Tecnologías. Todo ello, a la vez, bueno, malo y regular?
Las fuerzas políticas que esto proponen -o que están resignadas a aceptarlo sin mover pata ni oreja-, intentando llevar al sumidero de la historia el "milagro" político de la Transición, maravillosamente imperfecto como todo lo humano, y con él la Monarquía parlamentaria, son profundamente incoherentes, pues han sido pillados, por citar solo algunos casos: el PP en el caso Gürtel, el PSOE en el caso de los EREs andaluces, Podemos está siendo investigado, o investigada, a día de hoy por el Tribunal de Cuentas, los nacionalistas catalanes en los casos 3%; en cuanto a la corrupción vasca o navarra, legalmente no existen, salvo pequeños, de momento, casos, porque está legalmente instalada en los regímenes forales medievales reconocidos por la Constitución. Pero esto tal vez sean exageraciones mías. Y hay otros partidos que no se han corrompido?porque no han podido?o porque les ha dado miedo pringarse en el fragor de la política hispana.
Dije más arriba que a la pobre mujer adúltera la habrían apedreado. ¿Cómo se puede entender esta incoherencia de partidos que acusan a otros de corrupción, o sea, tiran piedras, cuando ellos también son corruptos? ¿Y cómo pueden imponer ese apedreamiento a la mayoría social y a los votantes? Nada nuevo bajo el sol: mediante la Propaganda. Los puritanos utilizaron la imprenta, los totalitarismos, la radio, la televisión y, más recientemente, la manipulación de las redes sociales; el capitalismo financiero la publicidad y la cultura, especialmente el cine -¡Esto es Hollywood!-, aunque éste también fue manipulado por soviéticos y nazis, franquistas y progresistas.
Y, entonces, ¿qué? ¿No tenemos remedio? Yo creo que sí. A pesar de la corrupción, que es más o menos universal y lo seguirá siendo, más o menos, porque el pecado original sigue actuando mal que les pese a algunos, creo que hay en nuestra sociedad una masa crítica de personas libres, pensantes, trabajadoras ?aunque puedan estar ahora en ERTE, en ERE o parados- que está dispuesta a seguir construyendo la convivencia y la paz en nuestro suelo patrio. Y, otro refrán, "el que más sepa que más diga", o aunque no sepa todo, que lo siga diciendo. Y entonces yo digo: honradez personal, ecología integral, síntesis fe-vida, primacía del amor, la ternura y la compasión en las relaciones con el prójimo, opción por los pobres, profundización en las propias raíces espirituales y diálogo, mucho diálogo. En una sociedad democrática, con sus corrupciones y defectos y enormes virtudes, "nadie es más que nadie", como decían los castellanos viejos y libres.