OPINIóN
Actualizado 09/08/2020
José Luis Puerto

El pasado 11 de julio del año que corre, en El Cultural de ABC, Antonio Garrigues Walker publicaba un poema intenso y verdadero, que logró sobrecogernos. Se titulaba "Oda al aire" y el propio periódico lo introducía con esta brevedad: "Antonio Garrigues Walker dedica esta "Oda al aire" a George Floyd y su injusta muerte".

"¿Qué hacemos ahora ?se pregunta el autor del poema? / con los que siempre matan / a George Floyd?" Qué hacemos "¿Con los que nonos dejan respirar / el oxígeno, ni la luz / ni el silencio?"

Nos da el autor un trazo, con una gran carga moral, sobre el negro asesinado por una cruel e inhumana rodilla. George Floyd era "Una persona pobre / ?y por lo tanto buena? / una persona auténtica"?

Ese ser al que asfixian ?todo un símbolo? podemos ser todos y cada uno de nosotros, que, como ciudadanos del mundo, sufrimos ?como plasma el autor? muchos tipos de ahogamientos: ideas estériles, cantos de sirena, violencias de todo tipo?, que tratan de impedirnos siempre que desarrollemos una vida fraternal y humanizada.

No sigamos parafraseando. Pero llamemos la atención y dejemos constancia de un poema intenso y verdadero, que pone el dedo en la llaga de un hecho trágico de la actualidad: la violencia racista que se ejerce sobre los negros, incluso por parte del estado, en Estados Unidos y en tantos otros ámbitos del primer mundo y de los otros.

La poesía habla del aire, de la necesidad de la respiración, la necesidad de una vida fraternal y compartida, en la que no caben rodillas que ahogan y matan. Ya Gabriel Celaya, en el muy popular poema titulado "La poesía es un arma cargada de futuro" (perteneciente a su libro 'Cantos iberos', de 1955), hablaba de la necesidad de la poesía, que es como decir la necesidad del aire para la vida del espíritu. "Poesía para el pobre, poesía necesaria / como el pan de cada día, / como el aire que exigimos trece veces por minuto, / para ser y en tanto somos, / dar un sí que glorifica."

Ese sí que glorifica y que afirma es el sí a la vida compartida y plena, a la vida libre y fraternal. Y ese sí, esa afirmación excluye y niega cualquier tipo de rodilla opresora, porque a quien la sufre ?como termina su oda al aire Garrigues? "le falta el aire / y la justicia."

El canto del poeta, en su respiración ?como afirma Celaya? "Siento en mí a cuantos sufren. / Y canto respirando." Afirmación del canto. Afirmación de la respiración. Y es que la oda al aire es una apuesta inequívoca por el ser humano, y más si es pobre y, por tanto, bueno, víctima de tantas atrocidades, porque es el eslabón débil de esta precaria humanidad a la que pertenecemos.

Existimos todos en el aire del mundo, un aire al que todos tenemos derecho y que hemos de compartir, frente y contra todas las rodillas que niegan la humanidad de todos.

Leer comentarios
  1. >SALAMANCArtv AL DÍA - Noticias de Salamanca
  2. >Opinión
  3. >En el aire del mundo