La situación de los albergues, otra de las patas destacadas del turismo rural, tampoco esta escapando a la situación que ha generado el Covid y la realidad actual de los rebrotes y la consiguiente intranquilidad de viajeros y usuarios.
Un ejemplo de verano atípico es el que se está viviendo en el albergue Diego de Torres Villarroel de Peñaranda, perteneciente a la Junta de Castilla y León. Unas instalaciones que, a lo largo de este año 2020, por las medidas de seguridad derivadas del coronavirus, se ha visto obligado a suspender algunas de sus actividades habituales cada verano.
Citas como los Campamentos del Programa de Red Activa 2020 o los Cursos de iniciación al teatro, todos ellos con pernoctación, se han visto obligados a suspenderse debido a la situación. Como alternativa, se ha convocado un campamento urbano de 'Rural Camps' del 13 al 17 de julio, con horario de 9:00 a 19:00, sin pernoctación. Un
a iniciativa que ha contado con notable éxito, con la participación de 20 jóvenes.
En comparativa con los datos registrados en el pasado año 2019, referentes a las actividades mencionadas, el Campamento Red Activa contaba con un total de 96 participantes en sus dos convocatorias, mientras que en el Curso de Iniciación al Teatro participaban 47 personas en su primer turno, mientras que en el segundo lo hacían otras 53.
Unos datos que muestran la caída de usuarios a más de 50% que en una campaña habitual, algo que parece, al menos por el momento, que podría mantenerse, ya que durante el mes de octubre, con inicio del nuevo curso en el albergue peñarandino, comenzaran a valorar la situación real del momento, aunque aún se mantienen en previsión actividades y cursos, siempre con protocolos de seguridad aplicados y cuya celebración estará condicionada a la situación real del covid en el comienzo del otoño.