342
Urdangarín fue el "cuñao", aunque fuese yerno. El pagafantas en un momento en el que se pensaba que la gente se conformaría con ver investigado al "allegado" y no hurgaría más arriba.
Ahora sabemos que Iñaki fue el tonto útil. Tonto, porque se dejó pillar a pesar de las advertencias. Útil porque alejó la sombra de la corrupción durante un tiempo.
Todo ha salido a la luz. El discípulo poco aplicado, resultó ser réplica del maestro. Con la única diferencia de una inviolabilidad mal entendida, mal aplicada. Y de unos cómplices tan rotundos como los Presidentes del Gobierno o los Parlamentarios en las Cortes.
El cuñao fue a la cárcel. El emérito se librará porque así lo desea la legión de mudos que no alza la voz contra un impresentable que se hizo hacer pasar por campechano cuando era caradura.