Las mascarillas se han convertido en un elemento esencial y obligatorio en nuestro día a día, con la vista puesta en que, de momento, han venido para quedarse. Por ello, debemos aumentar el cuidado de nuestro rostro, ya que las mascarillas pueden dañar sensiblemente nuestra piel si no la tratamos convenientemente.
Debido a su uso generalizado, se han detectado en los pacientes que acuden a las farmacias irritaciones locales, herpes, sequedad de labios o agravamientos de enfermedades preexistentes como acné, dermatitis seborreica, rosácea, etc. todo ello debido al aumento de humedad que producen.
Desde la Vocalía de Dermofarmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Salamanca, queremos mostrar a la población unas pautas básicas a la hora de prevenir y tratar los diversos problemas que puede acarrear el uso continuado de las mascarillas.
1- LIMPIEZA FACIAL SUAVE: esencial ahora y siempre para el cuidado del rostro. Se recomienda la limpieza antes y después (sobre todo tras un largo período con la mascarilla
puesta).
2- HIDRATACIÓN LIGERA: con el uso continuado de la mascarilla, la piel se reseca en exceso. Utilizando una hidratación ligera para el rostro, podemos minimizar daños. Si la hidratación
utilizada se quedase corta por el tipo de piel, podemos ampliar el tratamiento con el uso de un sérum.
3- PROTECCIÓN SOLAR: bien es sabido que las mascarillas no protegen de los rayos UV, por lo que la protección solar se hace más que obligatoria, máxime en esta época del año.
4- CREMA ANTIROZADURAS: no es tanto el problema con las mascarillas quirúrgicas o higiénicas como cuando los profesionales utilizan FFP2 o FFP3. Éstas son más oclusivas,
adaptándose mucho mejor al rostro, provocando en la mayoría de los casos heridas por presión o, en algunos casos, ulceraciones. El uso de una crema anti rozaduras está aconsejado.
5- EVITAR EL USO DE MAQUILLAJES que saturen u obstruyan los poros de la piel, además de poder afectar a la funcionalidad de la propia mascarilla.
6- UTILIZAR A DEMANDA BÁLSAMO LABIAL.
7- USO DE UN TÓNICO, para calmar la piel irritada.
En personas que usan la mascarilla durante muchas horas seguidas, cabe la posibilidad de que se produzca
- Inflamación: procederemos con masaje y frío local.
- Irritación: lavar con jabón "syndet" o agua micelar.
- Herida: desinfección (povidona/clorhexidina) y cremas reparadoras.
Si la herida es considerable, acudir al médico para valoración.
Para finalizar, RECORDAMOS la importancia de un lavado de manos exhaustivo antes de manipular la mascarilla, siempre por las gomas, así como su colocación de forma correcta, cubriendo boca y nariz.