Durante el primer semestre de este año un descenso del 30% en el número de testamentos inscritos en el conjunto del país, según datos del Registro de Actos de Última Voluntad
El Registro de Actos de Última Voluntad, dependiente del Ministerio de Justicia, registró durante el primer semestre de este año un descenso del 30% en el número de testamentos inscritos respecto al mismo periodo de los dos años precedentes. A pesar de los meses de confinamiento y las restricciones de movilidad impuestas a la ciudadanía, 241.433 personas inscribieron su testamento durante este periodo en todo el territorio nacional.
En Castilla y León, más de 12.266 ciudadanos inscribieron su testamento en los primeros seis meses del año, poco más del 30% del total de los testamentos inscritos durante los dos años anteriores (36.677 en 2019 y 36.686 en 2018)
Cataluña (41.417), Andalucía (38.852) y Madrid (27.362) fueron las Comunidades autónomas con más inscripciones, mientras que Melilla (155), Ceuta (265), La Rioja (1.825) y Cantabria (3.074) registraron las cifras más bajas.
El pasado 15 de marzo, un día después de decretarse el estado de alarma, la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública, del Ministerio de Justicia, dictó una instrucción que contenía las medidas necesarias para garantizar la adecuada prestación del servicio público notarial durante la pandemia. Así, debido a las restricciones deambulatorias de los ciudadanos, los notarios solo tenían obligación de atender aquellas actuaciones notariales de carácter urgente, por teléfono o a través de un escrito presentado telemáticamente en la página web del Colegio del Notariado. El interesado debía acudir personalmente a la oficina notarial en el día y hora indicado por el notario, cumpliendo con todos aquellos medios de autoprotección que garantizaran la seguridad sanitaria.