Es importante detectar las diferencias entre los síntomas del coronavirus y de la alergia, porque "inicialmente" sí pueden confundirse, hasta que aparece la fiebre y los síntomas de afectación general son diferentes
Ser alérgico no implica una mayor predisposición a contraer la infección por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2. "Otra cosa es que personas con procesos alérgicos respiratorios graves, como son las personas con asma grave, deben ser mas precavidos con las medidas de protección, como deben serlo también frente a otras infecciones respiratorias, y ser más disciplinados que nunca en el mantenimiento de su tratamiento habitual", tal y como explica el doctor Francisco Javier Muñoz Bellido, del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca.
Es importante detectar las diferencias entre los síntomas del coronavirus y de la alergia, porque "inicialmente" sí pueden confundirse, "pero una vez que aparecen la fiebre y los síntomas de afectación general son completamente diferentes". La COVID-19 "es una infección vírica y, como tal, en su inicio pueden aparecer síntomas similares a una alergia respiratoria, como son la rinitis, la tos y la dificultad para respirar. Sin embargo, posteriormente, los síntomas son totalmente diferentes".
Los síntomas de la rinitis alérgica son fundamentalmente de picor nasal, muchas veces asociado a picor de ojos, estornudos repetidos, destilación nasal acuosa y congestión nasal de instrucción más o menos brusca. Mientras que la sintomatología del coronavirus puede ser similar al de un catarro leve y más habitualmente con síntomas parecidos a los de una gripe: fiebre de moderada a intensa, malestar general y abatimiento, tos habitualmente seca, y puede asociar flemas y dificultad para respirar. Los síntomas son progresivos, y desde el inicio de su presentación ya suele asociar la sensación de malestar general, apuntan desde la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEIAC).
Para atenuar los síntomas de la alergia los expertos recomiendan el uso de mascarillas, que tienen como objetivo proteger al portador de la inhalación de microorganismos (bacterias, virus) y material particulado transportado por el aire.