Cuando comas, hazlo despacio. Tienes que disfrutar de los aromas de la Naturaleza condensados en los alimentos. Descubrirás en la manzana los rigores del tiempo hasta ganar su color. Cuando bebas agua, percibirás el susurro del arroyo mientras discurre por el valle y, cuando partas el pan, volverán a tu mente las espigas doradas clavadas en los surcos, y la ruega del molino centenario que las convirtió en harina.
Manuel Lamas