Vecinos de Monleras, El Manzano, Sardón de los Frailes y de algunas localidades de la comarca vecina de Sayago se concentraron a las puertas de sus consultorios
Varias localidades del Bajo Tormes, entre las que se encuentran Monleras, El Manzano y Sardón de los Frailes, y algunas otras localidades de la comarca vecina de Sayago, como es el caso de Monumenta, se unieron a las movilizaciones en defensa de la Sanidad pública de calidad en el medio rural convocadas en todas las provincias de Castilla y León en la jornada del sábado 20 de junio.
Con concentraciones silenciosas ante los consultorios locales, los vecinos y vecinas quisieron expresar el malestar por la precaria situación de la atención primaria en las zonas rurales, en las que no se han restablecido las consultas de manera regular, y la preocupación por que se pueda consolidar un modelo de teleasistencia ajeno a las necesidades de la población y alejado de la realidad del entorno rural.
Varios colectivos sociales de toda Castilla y León, entre los que se encuentran las asociaciones Escuelas Campesinas de Salamanca, Adecasal y Asdecoba, han elaborado a lo largo de una serie de reuniones un documento base que recoge una nueva propuesta de modelo sociosanitario en los territorios rurales que pretenden difundir a la opinión pública para su reflexión y hacer llegar a la Consejería de Sanidad para entablar un diálogo con el movimiento social.
En algunas de las concentraciones realizadas en el Bajo Tormes se dio lectura al capítulo introductorio de este documento que explica las razones que nos mueven a esta reivindicación.
COLECTIVOS SOCIALES DE PUEBLOS Y COMARCAS POR UN MODELO SOCIOSANITARIO DE SALUD EN EL MEDIO RURAL
La emergencia sanitaria provocada por la covid-19 ha puesto de manifiesto la importancia esencial de los servicios sanitarios públicos en la protección y cuidado de la población, pero también los efectos de los recortes y privatizaciones propiciados por las políticas sanitarias en los últimos años, así como las deficiencias de un sistema sanitario que no es el mejor del mundo, como a veces se ha dicho (y necesita una reestructuración para responder a una nueva realidad).
Una situación excepcional convertida en norma
En las semanas más críticas de la pandemia, en los territorios rurales se suspendió la atención presencial en los consultorios locales, concentrando a los sanitarios en los Centros de Salud comarcales, para centrar sus esfuerzos en la lucha contra la pandemia. La atención a los vecinos se limitó a las consultas telefónicas al personal médico, la tramitación de las recetas (en muchos casos con la colaboración vecinal y comunitaria), las urgencias y algunos cuidados ineludibles del personal auxiliar de enfermería a los enfermos crónicos concertados con citación previa. La protección de las residencias de personas mayores, donde la pandemia ha resultado especialmente virulenta, tampoco se incluyó en esa cartera de servicios mínimos durante los momentos más duros de la emergencia sanitaria. Esta situación excepcional y provisional se ha prolongado en el tiempo de manera injustificada y, después de casi tres meses, con la situación epidemiológica bajo control en prácticamente todas las zonas rurales, la atención primaria continúa confinada en los Centros de Salud y la población de los núcleos locales, constituida mayoritariamente por personas mayores, en muchos casos con dolencias crónicas, agravadas quizás con cuadros de miedo o ansiedad, permanece desatendida por parte de los profesionales sanitarios, salvo en los casos aislados en que alguno de ellos ha asumido personalmente la opción de reabrir el consultorio. La telemedicina ha venido para quedarse como parte del nuevo modelo de funcionamiento que desde la Gerencia de Atención Primaria se pretende implantar. Cierre de consultorios locales, concentración del personal sanitario y citaciones telemáticas son tres de los pilares que sustentan el proyecto de reordenación de la sanidad rural que la Consejería de Sanidad pretendía poner en marcha, comenzando como experiencia piloto en la comarca de Aliste. La alarma sanitaria de la covid-19 les ha procurado la excusa perfecta para precipitar una reforma de calado que habría contado a buen seguro con la oposición de ayuntamientos, asociaciones y vecinos de los pueblos.
MANIFIESTO DEL QUE SE DIO LECTURA EN ALGUNAS LOCALIDADES
Un nuevo modelo sanitario para el medio rural
Estamos a favor de la reorganización de los servicios sanitarios, pero en una línea y desde un enfoque muy diferentes al proyecto en marcha de la Junta de Castilla y León. El concepto de reordenación no puede significar más recortes ?encubiertos, eso sí? en los servicios públicos que atienden a la población de la España Vaciada, lo cual se traduce en una merma y una discriminación en los derechos sociales de las personas que sostienen la vida de los pueblos pequeños y las zonas rurales; ni tampoco puede limitarse a una mera reordenación de los mapas sanitarios, que en todo caso debe hacerse con la participación de la población afectada.
Los colectivos sociales y entidades que suscribimos este documento apostamos por un nuevo modelo socio-sanitario como marco para reestructurar la Sanidad en el medio rural en nuestra comunidad autónoma, lo cual supone una nueva visión y un planteamiento radicalmente diferente.
Este nuevo modelo socio-sanitario se asienta en cuatro pilares:
-La primera, cómo hacer atractivo para los profesionales de la salud el desarrollo de su carrera en el mundo rural. No se trata solo de incentivos económicos, sino también de la posibilidad de trabajar en equipos y en proyectos innovadores.
Hay que reivindicar la figura del médico o enfermero rural. En la profesión sanitaria ?como ocurre en casi todo? existe una especie de desprestigio cuando se trata de ejercerla en el medio rural.
-La segunda, cómo mejorar la organización y gestión de los recursos humanos del Centro de Salud. La tarea de los sanitarios no puede terminar en la atención a los pacientes en los consultorios de su área. El equipo de profesionales del Centro de Salud tiene además que trabajar en la prevención, impulsar la formación, promover la salud comunitaria, coordinarse con los servicios sociales, ayuntamientos y otras entidades con presencia en la zona para trabajar en una misma línea de actuación y con unos objetivos comunes.
El Consejo de Salud debe, en este sentido, ser revitalizado como espacio de participación, coordinación, planificación y seguimiento de las actuaciones en materia de salud.
-La tercera, cómo planificar mejor la atención a las personas en cada una de las localidades. Entendemos que es importante la presencia del médico y enfermero ?que normalmente deberían acudir juntos? en todas las localidades, al menos un día a la semana y en un horario establecido, no sujeto a demanda previa. Las personas de nuestros pueblos necesitan la cercanía del médico, tener la confianza para acudir a la consulta cuando sientan necesidad, porque el simple hecho de sentirse escuchados y atendidos ya es sanador. Rechazamos la obligatoriedad de la "cita previa" solicitada telefónica o telemáticamente por el usuario, pues entendemos que se trata de un sistema de funcionamiento más propio del mundo urbano, que no tiene en cuenta el tipo de personas usuarias del sistema de salud en los pueblos. No entendemos qué sentido tiene en zonas rurales, cuando el número de pacientes por médico es considerablemente menory, por tanto, mucho más fácil de gestionar la atención a la población sin necesidad de cita previa. Además, el sistema de cita previa puede ser una manera encubierta de cerrar consultorios locales. En cambio, sí nos parece interesante la "cita programada" por parte del médico ?en este caso sería el propio médico el que citase a los pacientes? para hacer un seguimiento más a fondo de su estado de salud, dedicando a cada persona todo el tiempo que requiera esta atención personalizada.
La crisis sanitaria, social y económica provocada por la pandemia nos obliga a replantearnos el modelo de sociedad que construir en el futuro y el modelo de salud que la nueva sociedad post-covid necesita. Abogamos, con más convicción que nunca, por una sociedad de los cuidados ?centrada en el ámbito de los cuidados a las personas, a las comunidades humanas y al entorno en que viven? y un concepto de salud comunitaria, que no se centra solo en la atención a las enfermedades, sino que busca el bienestar integral de las personas y la protección de las estructuras comunitarias que aseguran los cuidados que necesitan. Desde esta perspectiva de salud comunitaria en un contexto de sociedad de los cuidados, el modelo sanitario de atención primaria necesariamente tiene que cambiar. Debe reorientarse hacia un modelo centrado en la prevención, el ámbito de los cuidados y la promoción de la salud personal y comunitaria, lo cual exige la coordinación de los profesionales sanitarios, los profesionales de los servicios sociales, los ayuntamientos como instituciones que velan por los servicios públicos en el ámbito local y las asociaciones y colectivos vecinales como cauces de participación de la ciudadanía.
Garantizar el derecho universal a la salud pública en los territorios rurales
Es necesario partir de que estamos hablando de la exigencia de derechos de la ciudadanía: se trata de derechos y son exigidos por la ciudadanía.
Los servicios públicos son los medios que las instituciones y poderes públicos ponen en marcha para la satisfacción de esos derechos que corresponden a todas las personas.
Es muy importante dejar claro que exigimos derechos y servicios públicos, y que quienes los exigen son los ciudadanos y ciudadanas.
De esta manera, los servicios públicos, puesto que han de satisfacer derechos de las personas, no se pueden prestar de manera arbitraria, los que las instituciones quieran y como quieran. En el caso de los servicios sanitarios, entendemos que han ser los necesarios para satisfacer el derecho universal a la salud y a la sanidad pública.
Nuestra Constitución en su artículo 43, así como nuestra Ley General de Sanidad reconocen el derecho a una sanidad pública digna y de calidad, sin discriminación del lugar donde se viva o de cualquier otro determinante.
"Ser menos no resta derechos" era el lema que resumía el sentir de la Revuelta de la España vacía. En efecto, quienes vivimos en los territorios rurales de la España vaciada arrastramos una sensación de marginación y a menudo percibimos que "ser menos sí nos resta derechos".
Reivindicaciones en defensa de la Sanidad pública de calidad en el medio rural
Entendemos que la atención sanitaria no debe limitarse a la asistencia a los pacientes con alguna enfermedad, patología o dolencia, sino que debe tender más a la prevención, educación y promoción de la salud, lo cual implica realizar tareas de atención grupal o colectiva con la población. Además, es importante el seguimiento de enfermos crónicos, así como las visitas domiciliarias a personas inmovilizadas o con dificultad de desplazamiento, tareas que requieren igualmente la presencia del personal sanitario en el pueblo.