Si por algo puede pasar a los anales de la historia de las Cortes de Castilla y León la anterior portavoz de Ciudadanos, la ahora consejera Ana Carlota Amigo, será por su ocurrencia de desvirtuar las sesiones de control a la Junta prestándose a realizar preguntas al presidente y a los consejeros del gobierno del que forma parte su propio partido. ¿Se imaginan en el Congreso de los Diputados a los portavoces y parlamentarios del PSOE y Podemos pervirtiendo ese turno para poner en bandeja las respuestas preparadas al efecto por Pedro Sánchez, Carmen Calvo, Pablo Iglesias o Irene Montero? El choteo sería de campeonato, y el pateo en los escaños de la oposición llegaría a oírse en la plaza de Neptuno.
Resultando tan bochornoso como resulta, "El topillo" pensó que el nuevo portavoz de C´s, David Castaño, daría carpetazo a esa suerte de mamporrerismo parlamentario. Pero ayer vimos que no. Castaño no quiso renunciar a sus efímeros minutos de gloria y no se le ocurrió otra cosa que preguntar a Fernández Mañueco si podía asegurar que la Junta no subirá los impuestos autonómicos en esta legislatura. Y Mañueco lógicamente aprovechó la dejada en bandeja para proclamar que nada más lejos de su intención que contribuir a la progresividad fiscal. Por si alguien lo dudara?
El lance no habría pasado de ser un grotesco compadreo si no fuera por un pequeño detalle: el PP y Ciudadanos suman la mayoría justa para gobernar (41 procuradores), por lo cual la Junta no puede modificar ningún impuesto si no es con el apoyo expreso y directo del propio Castaño y demás procuradores naranjas. De lo que se desprenden dos cosas: la pregunta carecía completamente de sentido y el preguntante de completo sentido del ridículo.
Para mayor inri, otros cuatro procuradores de Ciudadanos formularon preguntas a otros tantos consejeros, dos de ellos de su propio partido. La secretaria tercera de la Mesa, Marta Sanz, se bajó del estrado al que le aupó en su día Igea para servir al vicepresidente el conchabado balón sobre el positivo en Covid-19 de uno de los inmigrantes trasladados a Soria desde Almería. Por su parte, Teresa Gago, la beneficiaria de la "liberación" vacante en el grupo parlamentario tras la salida de Ana Carlota, se ocupó de que el consejero de Cultura, Javier Ortega, tuviera ocasión de resaltar los desvelos de la Junta por recuperar cuanto antes la actividad turística en Castilla y León,
En fin, que cuando no es una facción es la otra, no hay forma de que Ciudadanos deje de dar la nota. Ah, y a todo esto ni rastro del cocodrilo del Nilo?