OPINIóN
Actualizado 27/04/2020
Jesús Garrote

Mi más sincero aplauso a los muchos maestros que disfrutan con sus alumnos y están esforzándose para que los alumnos aprendan con cierta emoción a pesar de estar delante de una pantalla.

Salían mucho en los medios las humillaciones que sufren algunos profesores en el aula. Pero no suelen salir las silenciosas que sufren los alumnos sin que el profesor se entere. No me estoy refiriendo al bullying o sí a un tipo a veces incluso inconsciente.

Los educadores estamos viviendo con alumnos de otros una experiencia de trabajo intensa, donde los chicos trabajan mucho más y los profes están muy contentos. Ellos mandan y todo viene bien hecho, qué bien se sienten. Esto no pasaba en el aula donde no conseguían ni el respeto. Se sienten bien también los alumnos que tienen padres, educadores y medios que les ayudan y permiten seguir el ritmo por fin.

Es increíble hasta qué punto los profesores ignoramos la dificultad de algunos alumnos para seguirnos aunque quieran. A unos caminos la mayoría de las veces inútiles para la vida e incluso para el proceso educativo. Pero como lo dice el currículum. A mí me parece una excusa porque es muy amplio y siempre se puede adaptar a la vida de ese día y ese alumno.

Haciendo una terapia con un niño adoptado de Ucrania. Manifestaba adaptación y superación del orfanato , etc. Pero confesaba ideas suicidas por los traumas creados en la enseñanza convencional que le hacían sentirse inútil. Actualmente él y su familia están felices mientras estudia magistralmente en una Formación Profesional Básica.

Por experiencia en este mundillo he descubierto profesores que fueron malísimos alumnos y ahora disfrutan suspendiendo y humillando a los alumnos diferentes, con otras capacidades distintas a la domesticación. No son felices en el aula y responsabilizan a los alumnos que los cuestionan.

Yo me rebelo también ahora y me fastidia tener que hacer lo que me mandan y no poder disfrutar del estudio preguntándoles. ¿Qué os apetece aprender hoy?. De verdad les gusta todo: la ciencia, el arte, la literatura, la historia, la filosofía, la psicología, la medicina,? Pero el orden depende del día, del periódico, de la familia, de la novia, de la salud, etc.

Qué distancias culturales, afectivas y sociales, y con esto del Covid más. Ya había muchos profesores que se creían buenos y los alumnos que aprobaban era porque tenían profesores particulares, o padres que hacían el trabajo por el que pagan al profesor, los de colegios privados pagaban dos veces. Ahora triunfan los de los padres estudiados.

Pues sí ahora algunos niños no necesitan esconderse detrás del pasotismo o la aparente chulería. Si sufren con sus padres o educadores que les quieren, por no entender lo que les pide el profesor, o si lo insultan juntos sin que se entere, no se sienten sólos, ni inferiores.

Por eso está yendo tan bonita la cuarentena, porque los profesores hacen de padres con sus propios hijos y de profesores empáticos y cariñosos. Bueno, esto de padres felices también puede ser un tópico que no se cumple siempre.

Imagináis chabolas, casas de traficantes, familias numerosas en paro, casas con violencia intrafamiliar. ¿ Todavía pensáis que un examen puede ser justo?. ¿Todavía pensáis que con la rúbrica o la calidad llegáis a algún corazón que sueñe con mejorar el mundo?.

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