Nacido en Arabayona de Mógica, estaba muy vinculado a El Pedroso de la Armuña, aunque residía en Barcelona donde moría este fin de semana
El escritor salmantino, Agustín Salgado, ha fallecido en Barcelona, donde residía, a los 88 años de edad. Su muerte tenía lugar este fin de semana y la noticia ha causado impacto en su pueblo natal, Arabayona de Mógica, y en El Pedroso de la Armuña, localidad a la que también estaba muy ligado.
Trayectoria
Agustín Salgado nace en Arabayona de Mógica, pueblo natal de su madre, en 1932, durante el permiso de verano de su padre de ocupación militar. Pocos meses después de su nacimiento su madre muere y es cuidado por diferentes mujeres del pueblo.
Unos años después Agustín Salgado es trasladado a Valladolid y posteriormente, en 1936, con el estallido de la guerra civil española, vuelve a Arabayona, donde recibe por herencia materna su vivienda actual.
En Arabayona se prepara para cursar bachillerato, que inicia en Los hermanos Maristas, y concluye en el colegio Fray Luis de León como consecuencia de la pérdida de su beca de estudios. Además, pasa el verano en El Pedroso de la Armuña, pueblo en el que veranea y trabaja a la vez que estudia en Salamanca su residencia habitual.
Tras finalizar bachillerato realiza la mili voluntaria, siguiendo con la tradición familiar, aunque él hubiera preferido estudiar filosofía, lengua o historia. Tras fracasar en su intento de ingreso en la academia militar, se traslada a Barcelona y comienza a trabajar en una cementera como jefe de transportes y escritor a tiempo parcial. Al mismo tiempo, Salgado comienza su carrera universitaria en Derecho, pero poco después pide el traslado a Filosofía y Letras.
Finalmente se licencia en filología hispánica, dedicando su tesis a la obra de Jorge Guillén, recomendada por José Manuel Blecua, padre del entonces director de la RAE. Sus primeros relatos aparecen en la revista Ínsula (Madrid), pero debido a su ideología, reflejada en sus obras, sufre censura; así pues, en 1969, comienza a publicar en México, en la revista "El cuento", en la que su relato Las palabras y las moscas, censurado en España, ve la luz.
En 1959, Agustín decide abandonar su trabajo en la cementera por desacuerdos empresariales y opta por dedicarse íntegramente a la literatura. Escribe poesía, relatos y novela, un género en el que sobresale 'Grama', una obra con la que refleja la crudeza y la crueldad de la Guerra Civil.
Además elabora ensayos históricos sobre las localidades de Arabayona y El Pedroso de la Armuña, donde, gracias a la dedicación del escritor sobre este pueblo, se le dedica una calle.
Publicaciones:
Poesía:
La señal de las palabras (1969)
La espiga y el barro (1972)
Poemas de otoño (1998)
Relatos:
El ábrego y otros vientos (Méjico, 1972)
Memorial de vientos (1991)
El habitante del aire y otros prodigios (2002)
Novela:
Trilogía: Las Tierras
Tierra desolada (1974)
El Horcajo (1976)
Las brasas (1976)
La Grama (1981, 2001, 2008)
Ensayos históricos:
Arabayona de Mógica y el priorato basiliano del Santísimo Cristo de Hornillos (1995)
En torno al Cristo de Hornillos (2002)
El Pedroso de la Armuña (2008)
En Llanuras de Salamanca, el estudio titulado El silencio de la llanura. La soledad luminosa.
Premios:
Premio De Cuentos Caja de Ahorros de León (1972)
Premio Cáceres de novela corta (1974) con la novela Tierra desolada, publicada bajo silencio administrativo después de estar prohibida enteramente por la censura.
I Premio Iberoamericano de Cuentos (Méjico, 1975) con Las apariciones, censurado por el editor del libro de relatos Memorial de vientos, que aparecería en El Habitante del aire.