Aunque a simple vista pueda parecer que es el empleado el único que se beneficia, las empresas que apuestan por mejorar los conocimientos de idiomas entre sus plantillas obtienen innumerables ventajas
En la sociedad actual es imprescindible que las empresas se mantengan actualizadas para asegurar su competitividad y la generación de negocio. Por eso cada vez son más las compañías que facilitan a sus trabajadores el acceso a materiales formativos, tanto en cursos específicos de cada sector como en la formación en idiomas. El dominio de otra lengua es un pilar fundamental para sobrevivir en el tejido empresarial actual, veamos el porqué.
El inglés es el lenguaje por excelencia en cualquier ámbito del comercio, la cultura, la ciencia, las nuevas tecnologías, el sector del turismo, así como en las empresas, el marketing, la comunicación y la economía. En las carreras de ingeniería, además del idioma británico, la fluidez en alemán puede abrirnos muchas puertas y el chino mandarín cada vez es una opción más frecuente como tercera lengua.
Aunque a simple vista pueda parecer que es el empleado el único que se beneficia, las empresas que apuestan por mejorar los conocimientos de idiomas entre sus plantillas obtienen innumerables ventajas.
¿Qué beneficios obtienen las empresas que invierten en formación en idiomas de sus empleados?
Por un lado, nos encontramos con una amplitud de conocimientos a nivel internacional del sector gracias a la facilidad de acceso a datos, estudios o información general de otras empresas del mismo sector a escala global.
La red de contactos se amplía sin esfuerzo, ya que es más sencillo empatizar y conocer a otros colegas dentro del mismo ámbito de otros países. Esto se traduce en una mayor facilidad a la hora de encontrar nuevas oportunidades, en el momento de negociar e incluso al cerrar contratos.
Por estos motivos la empresa es mucho más competitiva, no necesitará la intervención de terceros para tratar directamente con los clientes, colaboradores o saber qué proyectos está realizando la competencia de fuera del país.
La formación en idiomas también favorece la retención de talento, ya que los empleados se sienten más motivados, encuentran ventajas personales y su relación con la empresa se ve enriquecida. Junto a esto, el trabajador gana en confianza afectando directamente a la actitud y al desarrollo de sus responsabilidades.
Pero los idiomas no son las únicas materias que pueden beneficiar a los empleados y a la actividad de las empresas. Los estudios en otras cuestiones relacionadas con la profesión también favorecen a reforzar el clima laboral y contribuyen a un mejor rendimiento empresarial.
¿Qué otros conocimientos son necesarios para formar al equipo del futuro?
A nivel global, todos los sectores están en continua evolución. Por eso es necesario que los trabajadores sigan actualizándose para estar preparados y afrontar los retos del mañana.
Asimismo, una correcta formación contribuirá a ejecutar mejor sus tareas, utilizando nuevas aplicaciones o sistemas de trabajo. Pero en concreto, el acceso a materiales para acciones formativas es vital en ámbitos como el sanitario, las empresas o las nuevas tecnologías.
Por otro lado, la brecha tecnológica es una cuestión que todos los trabajadores y empresas tienen que afrontar en algún momento. Por lo general, afecta a los empleados más longevos cuya experiencia es fundamental dentro de las plantillas. Por lo tanto, ofrecer estudios relacionados con el sector, para que los veteranos puedan actualizarse, transformará a este grupo de trabajadores en uno de los más valiosos del equipo.
Junto con la formación en idiomas y el aprendizaje constante de nuevas prácticas dentro de cada sector, asegurará que los trabajadores estén preparados y comprometidos con sus puestos y aumentará la competitividad y las posibilidades de negocio de las empresas.