Álvaro Juanes, presidente de la Asociación de Salamanca, considera la flexibilización de los ERTEs es positiva, "pero al mismo tiempo insuficiente"
Las consecuencias económicas de las crisis del coronavirus llegan a todos los sectores y, entre ellos, al de hostelería, que es uno de los más activos en Salamanca.
Álvaro Juanes, el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Salamanca y Provincia, reivindica al Gobierno de España, "que se promulguen una serie de medidas urgentes, por entender que son necesarias para poder salvaguardar la viabilidad de la hostelería".
la flexibilización de los ERTEs es una medida positiva, pero al mismo tiempo insuficiente, y que debe ir acompañada de otras actuaciones de carácter fiscal y administrativo que contribuyan a la subsistencia de nuestros establecimientos, muchos de ellos creados y mantenidos por trabajadores autónomos.
Comunicado de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Salamanca y Provincia
Álvaro Juanes Martín, como Presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Salamanca y Provincia integrada en CES, reivindica al Gobierno de España, a través de las entidades nacionales más representativas del sector, que se promulguen una serie de medidas urgentes, por entender que son necesarias para poder salvaguardar la viabilidad de la hostelería.
El pasado sábado, el Boletín Oficial del Estado publicó el Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19. Como hemos podido comprobar, este documento, histórico por las razones que motivan su promulgación, ya está teniendo una importante y grave repercusión para las empresas de nuestro sector, habida cuenta que la declaración del estado de alarma conlleva, como primera medida, la restricción de la circulación libre de personas, lo que significa que no se podrá transitar por las calles salvo para adquirir alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad, asistir a centros, servicios y establecimientos sanitarios, para acudir a los puestos de trabajo, para asistir a personas mayores, discapacitadas o dependientes, para repostar combustible y pocas excepciones más.
En lo que a nuestro sector afecta, dicha norma suspende expresamente la apertura al público de actividades de ocio, entretenimiento, hostelería y restauración. Así, se suspende temporalmente la apertura de los cafés-espectáculo, los restaurantes- espectáculo, las salas de fiestas, de baile y discotecas, los bares especiales con y sin actuaciones en directo, los restaurantes, las cafeterías, bares y similares, las tabernas, bodegas, chocolaterías, los salones de banquetes, los bares y restaurantes de los hoteles (excepto para el servicio de los huéspedes) y las terrazas, entre otros. No se contempla expresamente la obligación del cierre inmediato de los hoteles y demás establecimientos destinados al alojamiento, lo que, si bien en principio es positivo, por cuanto que no se puede abandonar a su suerte a los huéspedes en la vía pública, puede tener también una visión negativa, habida cuenta que sufren la misma carencia de clientes y, sin embargo, el hecho de no decretarse el cese de su actividad podría dar lugar a que quedaran , en el futuro, sin la posibilidad de beneficiarse de ayudas económicas que palíen los perjuicios derivados del coronavirus.
Ni que decir tiene que estas medidas inciden negativamente en la economía de las empresas del sector por la falta de ingresos, lo que a su vez repercutirá negativamente en la posibilidad de mantener, como sería deseo de todos, los puestos de trabajo.
El creciente impacto del coronavirus en las plantillas de las empresas ha dado lugar a una situación extraordinaria, por imprevisible, y hoy nadie duda de que dicha situación, para desgracia de todos , empeorará en próximas fechas. Conscientes de ello, los representantes de los empresarios y de los trabajadores vienen manteniendo multitud de reuniones para consensuar medidas asimismo extraordinarias que busquen minimizar, en lo posible, el daño económico que todos, de una u otra forma, vamos a sufrir.
Se pretende como último objetivo evitar situaciones irreversibles para las empresas y el empleo, y poder garantizar la más adecuada protección tanto de los empresarios como de los trabajadores.
Una de dichas medidas pretende abordar un nuevo enfoque normativo de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTEs) que tengan una relación directa causa-efecto en los efectos del coronavirus. Así, tanto las entidades más representativas de los empresarios (CEOE y CEPYME) como las de los trabajadores (CCOO y UGT) han alcanzado un acuerdo para someter a la consideración del Gobierno una nueva regulación de dichos expedientes con el fin de simplificar tanto el procedimiento a seguir como sus plazos de resolución.
La Asociación de Empresarios de Hostelería de Salamanca forma parte de dos importantes entidades a nivel nacional: HOSTELERÍA DE ESPAÑA (que representa a los restaurantes, cafeterías bares y pubs de nuestro país) y CONFEDERACIÓN ESPAÑOLA DE HOTELES Y ALOJAMIENTOS TURÍSTICOS (CEHAT), que representa a todo el sector del alojamiento ?hoteles, apartamentos turísticos, campings, resorts y balnearios-, con las que estamos en permanente contacto, ofreciendo nuestra colaboración y recabando al mismo tiempo información para poder minimizar, en la medida de lo posible, los perjuicios que esta situación está causando a nuestras empresas. A tal respecto:
1º.- Coincidimos plenamente con HOSTELERÍA DE ESPAÑA cuando promulga que la flexibilización de los ERTEs es una medida positiva, pero al mismo tiempo insuficiente, y que debe ir acompañada de otras actuaciones de carácter fiscal y administrativo que contribuyan a la subsistencia de nuestros establecimientos, muchos de ellos creados y mantenidos por trabajadores autónomos.
Por tal motivo, apoyamos la necesidad, y también reivindicamos al Gobierno de España, que se promulguen las siguientes medidas con carácter inmediato, por entender que son necesarias para poder salvaguardar la viabilidad de nuestro sector:
? Suspender la obligación de pago de impuestos, cotizaciones sociales y tasas a las Administraciones.
? Paralizar las obligaciones con los bancos relacionadas con créditos préstamos e hipotecas.
? Paralizar las obligaciones económicas con los arrendadores, tasta que retorne la plena viabilidad de los negocios.
? Suprimir todas las tasas e impuestos de todos los suministros de energía.
2º.- Apoyamos la propuesta de CEHAT relativa a que se decrete, de forma ordenada y escalonada, el cierre de los establecimientos hoteleros mientras estos se vacían de clientes, a la espera de que puedan regresar a sus países de origen.
3º.- Instamos a CEHAT para que, de forma contundente, y sin el menor atisbo de duda, reclame ante el Gobierno de España, para las empresas a las que representa, las mismas medidas cuya implantación reclamamos para las demás empresas turísticas.
El Presidente de la Asociación Álvaro Juanes Martín ya ha solicitado al Alcalde de Salamanca la exención del pago de todas las obligaciones tributarias locales que, de una u otra forma, afecten a las empresas hosteleras salmantinas.Desde esta Asociación seguiremos colaborando activamente para que las consecuencias de esta pandemia tengan la menor incidencia negativa posible, y seguimos a disposición de todos los hosteleros para cualquier cuestión que puedan necesitar y que, teniendo en cuenta las circunstancias concurrentes, les podamos ayudar.