"No es necesario un acaparamiento desproporcionado", ya que los artículos están disponibles tanto en las tiendas de proximidad como en las cadenas de supermercados
La Asociación de Empresarios Salmantinos de Comercio (Aesco) ha llamado a la calma a la ciudadanía "en estos momentos de emergencia sanitaria" y ha insistido en que "no es necesario un acaparamiento desproporcionado puesto que el abastecimiento de productos alimentarios y de primera necesidad está garantizado tanto en las tiendas de proximidad como en las cadenas de supermercados".
En este sentido, Aesco ha animado a actuar con "normalidad, prudencia y racionalizar el miedo" ante el COVID-19, dado que "la cadena de producción, logística y distribución de estos establecimientos está funcionando con normalidad y, aunque pueda faltar algún producto de manera puntual, como ha pasado en otras ocasiones los sábados o vísperas de festivos, su reposición se intenta cubrir lo antes posible y no más tarde del día siguiente".
Por tanto, según los comerciantes salmantinos, "el miedo al desabastecimiento no tiene lógica ya que el suministro de productos está garantizado" y, ante las aglomeraciones producidas por realizar "compras compulsivas", "lo único que provocan es un alarmismo injustificado y maximizan el riesgo de contagios puesto que no se respeta la distancia mínima de un metro entre personas".
Así, para acatar las medidas de prevención adoptadas por las autoridades competentes, la patronal del comercio de Salamanca ha instado a "comprar con calma" y ha agradecido "el gran nivel de compromiso y el gran esfuerzo que están realizando los empresarios y trabajadores" del sector, que "están respondiendo con la mayor celeridad ante estas compras masivas".
Por último, Aesco ha destacado "la responsabilidad social que ha demostrado el comercio de proximidad salmantino con esta crisis sanitaria", puesto que "antes de decretarse el pasado sábado el cierre total del comercio, excepto los establecimientos de alimentación y primera necesidad, muchos establecimientos minoristas decidieron ya cerrar sus puertas, con las consecuencias económicas que ello conlleva, pensando en la salud de sus clientes y de sus trabajadores".