Las relaciones de parentesco, las amistades y las conductas de ayuda social se asientan en los afectos empático-sociales: el Apego, el Sistema de Cuidados, la Amistad y el Altruismo o Solidaridad. Estos afectos, en el caso de las parejas sexuales estables, se entrelazan con los afectos sexuales: Deseo, Atracción y Enamoramiento. Estos siete afectos son un verdadero patrimonio de la humanidad.
El Apego tiene similitudes con la "Impronta" en otras especies. Las crías de las vacas, ovejas, yeguas, etc., se vinculan a sus madres nada más nacer, seguramente, sobre todo, por el olor, aunque no solo. Siguen a las madres para mantener su proximidad, tener las "tetas" a su disposición y sentirse seguras.
El Apego es el vínculo que establecen las crías humanas con sus cuidadores. Es menos instintivo que la impronta animal, y tarda más tiempo en formarse. Al no poder gatear o andar, son las madres o cuidadores los que garantizan la proximidad y la seguridad (portando a la cría o construyendo un nicho seguro). Las crías humanas tardan unos meses en formar este vínculo, no hay apego a primera vista, sino después de una larga experiencia de cuidados. Se caracteriza por reconocer a las Figuras de Apego, buscar mantener la proximidad con ellas, sentirse seguras a su lado o ansiosas, si no perciben su presencia cercana o no son bien cuidadas. Las crías tienen activos todos los sentidos desde el momento del nacimiento; pronto reconocen el olor, el sabor, el rostro, la voz y las caricias e interactúan con sus figuras de apego de forma privilegiada. Como resultado de esta interacción acaban sabiendo lo que pueden esperar de los padres o cuidadores, se sienten vinculados afectivamente y establecen una intimidad familiar y adquieren un sentimiento de pertenencia a la familia, de por vida. Se sienten seguros si las figuras de apego son incondicionales y cuidadores eficaces. Esta confianza en los padres y su eficacia son la base para su buen desarrollo emocional, afectivo y social. Desgraciadamente, una minoría de figuras de apego no lo hace bien y generan relaciones de apego inseguras en grados muy diversos.
El Apego es un vínculo que está abierto toda la vida a la posibilidad de nuevas vinculaciones, muy especialmente en las parejas estables. En este caso, el apego seguro, dentro de la pareja, requiere un sistema de cuidados mutuos y una alianza o compromiso que dé seguridad. Seguridad más compleja que en la relación entre padres e hijos, porque en la pareja tenemos más libertad paras desvincularnos. De hecho, el apego en la pareja requiere más tiempo y está más amenazado. Incluso puede no ser recíproco.
¿Considera usted que, en la actualidad, está más o menos amenazada la seguridad en las relaciones de pareja que en el pasado? ¿Cómo compaginar la libertad y la seguridad en la pareja?
Cuando se alcanza la seguridad del apego, los afectos sexuales se enriquecen y entremezclan con el apego, la amistad, los cuidados y la generosidad, dando solidez y bienestar a ambos. De ello depende, en gran medida, el bienestar o el malestar, el gozo o el sufrimiento en la vida de pareja.
¿Sabemos manejarnos emocional y socialmente bien, en esta sociedad, con el derecho a vincularnos y desvincularnos? ¿No es un reto maravilloso saberse libre y poder construir relaciones estables y satisfactorias? La libertad no es nuestro enemigo, sino un reto, que debería permitirnos relaciones de pareja mejores y la posibilidad de separarnos.
La historia de Apego y Amistades en la infancia, si es positiva, resulta ser uno de los factores que favorecen las relaciones sexuales y amorosas en la vida adulta, aunque, como bien sabe usted, en estas cosas no hay ningún seguro de vida.
El Apego es el vínculo central de la familia, la institución social humana más antigua y seguramente la más perdurable. Ha habido y habrá más cambios, pero la red familiar es y seguirá siendo la más incondicional. La antropología lo ha tenido siempre claro. ¿Cree usted que está amenazada la familia?
¡Una gran noticia saber que hay personas incondicionales que saben cuidar!.
Cuidar es saludable, si no es en régimen de esclavitud. Los hombres debemos incorporarnos a los cuidados, es un aspecto esencial para la vida sexual y amorosa. Y que las mujeres cuidadoras no sean una especie en extinción.