Sólo se sacaron 2 toros (uno de ellos dos veces), uno de ellos tardó 20 minutos en ser recogido, y hubo un conato de pelea entre un maletilla y un recortador
De nuevo con sol y buenas temperaturas, Ciudad Rodrigo está viviendo este Lunes otra larga jornada de Carnaval, protagonizada en este caso en materia taurina por 6 astados de los Hermanos Sánchez Herrero, que brindaron un espectáculo desigual en los eventos de la mañana.
En lo que respecta al encierro, fue bastante rápido, de apenas 11 minutos de duración, pese a que la manada se fue disgregando por el camino, acabando por llegar 3 toros unidos en cabeza a la Plaza Mayor, y el resto de uno en uno. Los tres primeros entraron sin demora en los toriles, algo que también que iba a hacer el 4º, hasta que un mozo decidió recortarle en plena plaza, volviéndose, provocando una situación de riesgo para los jóvenes que llegaban justo por detrás con el 5º toro. Finalmente, acabaron por entrar todos en toriles sin demasiados problemas.
Aunque en el programa oficial pone que la capea comienza 'a continuación' del encierro, en la mañana del Lunes se esperó hasta las 12.00 horas para comenzar la capea, que tuvo un poco de todo. Para empezar, sólo salieron a la arena 2 de los toros del encierro, cuando lo habitual es que salgan 3. Por el contrario, uno de esos dos que salieron lo hizo 2 veces.
Lo sorprendente fue que el toro que repitió fue el astado que salió en primer lugar, que costó alrededor de 20 minutos meterlo en toriles, siendo necesario sacar en tres ocasiones los cabestros (embistiéndoles bastante). Ese primer astado protagonizó además el mayor susto de la mañana, cuando enganchó en sus primeros compases en la plaza a un joven portugués de 20 años.
Este joven realizó una carrera a cierta distancia del toro, pero tuvo la mala suerte de resbalarse no demasiado lejos del astado, que enseguida se fue a por él. Rápidamente unos cuantos jóvenes acudieron a quitarle de encima al toro, que pese a todo todavía le dio una 'paliza', aunque afortunadamente (y milagrosamente) sin cornadas. Según el parte médico oficial de la Enfermería de la Plaza, el joven presentaba dos varetazos, uno en la parte baja de la espalda y otro en la zona del bajo vientre. El joven fue enviado al Edificio Virgen de la Vega del Complejo Hospitalario de Salamanca para radiodiagnosis.
Por cierto, que durante ese primer toro hubo un conato de pelea entre un recortador y un maletilla. Todo parecía indicar que el recortador iba a recortar al toro, pero estaba tardando ya muchísimo, por lo que el maletilla se puso a darle unos pases. Al concluir su actuación, el recortador fue a agredir al maletilla, interviniendo rápido entre otros Ángel Rico para retirarle del lugar.
La larga estancia de ese primer toro en la Plaza hizo que el segundo se aguantase poco más de diez minutos, siendo enseguida 'llamado a toriles'. Este astado también brindó otro susto, por culpa de otro resbalón, en este caso del joven recortador mirobrigense Manuel Gómez, que por fortuna pudo escapar a tiempo antes de que el astado le enganchase. Como decíamos más arriba, el primer astado, pese a lo que había tardado en entrar, fue sacado como 'tercer toro' de la mañana, sin llegar a hacer nada, ni hacer nadie intención de interactuar con él, salvo un par de jóvenes tras un largo rato.
Visto que aquello no daba para más, se le decidió introducir en toriles para volverlo a sacar al desencierro, pero tras intentarlo en vano se le dejó en la Plaza, sacando el otro astado y los cabestros para iniciar esa carrera a los toriles de San Pelayo, que estuvo 'a punto' de no celebrarse: los dos toros chocaron en la Plaza con virulencia de frente, pensando unos cuantos que habían muerto. Sin embargo, sólo quedaron aturdidos durante unos cuantos segundos.
Como es lógico, a este astado con afán de protagonismo le costó un mundo salir de la Plaza, yéndose parando posteriormente por el camino, de tal modo que el desencierro acabó por durar unos 30 minutos.