Esa capea se desarrolló 'contrarreloj' debido a que ya era bastante tarde
La tarde taurina del Lunes de Carnaval tuvo una gran sorpresa en el coso de la Plaza Mayor mirobrigense, ya que por allí actuó, 24 horas antes de lo inicialmente previsto, Pedro Gutiérrez 'El Capea', uno de los diestros anunciados para el Festival de la tarde del Martes. La actuación de El Capea se produjo en la capea de la tarde, en la que se contó como por la mañana con astados de la ganadería de los Hermanos Sánchez Herrero. Lo que hizo El Capea fue dar, como un maletilla más, una serie de pases al segundo astado de la tarde.
Para llegar a ese momento hubo que 'esperar' bastante, ya que la tarde taurina se demoró muchísimo, producto de la propia configuración de los eventos. Si tradicionalmente en el evento de la tarde del Lunes en el coso participaban solo 2 novilleros (el 4º y 5º clasificado del Bolsín), este año hubo hasta 4 intervinientes, todos ellos también novilleros (Francisco Montero, Antonio Grande, Manuel Diosleguarde y Valentín Hoyos). Eso hizo que comenzase bastante tarde el desfile de carrozas, que como otro condicionante tuvo más participación que el año pasado, tardándose un poco más en pasar por la Plaza.
Todo ello llevó a que esa capea de la tarde del Lunes comenzase en pleno anochecer. Para evitar que la tarde se demorase aún más, la capea se desarrolló 'contrarreloj' para dar paso a un desencierro que, gracias a los animales, fue muy rápido: en apenas 3 minutos consiguieron enlazar la Plaza Mayor con los toriles de San Pelayo.
De este modo, a las 20.06 horas se pudo dar por finalizada una tarde taurina que se abrió con el habitual paseíllo de los Amigos del Alguacilillo desde las antiguas cocheras de Alipio en la Rúa del Sol. Hay que apuntar que durante este paseíllo hubo una sorpresa, ya que desde el balcón de una peña situada en la calle San Juan estuvieron lanzando caramelos a los intervinientes en el paseíllo. Una vez en la Plaza, en la habitual vuelta por el coso, Tato Galerías tuvo palabras especiales para el periodista David Casas, al que hizo levantar para que le aplaudieran.
Pese a lo larga que fue la tarde taurina, no hubo que lamentar incidentes graves. Por la enfermería de la Plaza únicamente pasó una persona, aunque por algo alejado a lo taurino: un salmantino de 55 años aquejado de un síncope. En el total del día, Cruz Roja llevó a cabo 13 intervenciones, únicamente dos de las cuales requirieron un traslado: un niño de 13 años que sufrió una pérdida de conocimiento y fue enviado al Centro de Salud y Especialidades, y el joven lisboeta que enganchó el primer toro de la capea matinal, que fue llevado al Virgen de la Vega de Salamanca.