Uno de los tres astados no llegó a salir de la Plaza y fue metido moribundo en los toriles del ágora
Unos minutos después de darse por concluido el encierro a caballo, el abarrotado coso taurino de la Plaza Mayor acogió la primera capea matinal de este Carnaval 2020, en la que fueron protagonistas tres de los astados de El Valle Blanco (procedentes de Villalpando, Zamora) que acababan de llegar al ágora en el encierro a caballo.
Esa capea fue bastante entretenida, dejando como punto negativo un nuevo corneado, aunque por fortuna con pronóstico leve. Fue un maletilla de 39 años, natural de Ecuador y residente en Madrid, que fue enganchado por el toro, sufriendo una herida por asta en la cara posterior del muslo derecho, aunque sin llegar a penetrar, según el informe emitido desde la enfermería de la Plaza de Toros.
Por esa enfermería pasaron otras dos personas, ambos mirobrigenses, a lo largo de la mañana: un varón de 39 años con una lesión en el menisco de su rodilla derecha; y como atención más relevante, una mujer de 72 años, que presentaba varios politraumatismos. Esta mujer llegó a perder la consciencia durante 6-7 minutos, con lo cual tuvo que ser trasladada al Hospital para la realización de un estudio radiológico para diagnóstico de alta precisión. Su pronóstico es reservado.
Concluida la capea, llegó el momento del desencierro matinal, que lamentablemente no pudo redondear la buena mañana taurina, ya que uno de los astados que debían haber sido protagonistas del mismo no llegó a salir de la Plaza Mayor, acabando por ser introducido medio moribundo, y tirando de la soga, en los propios toriles del ágora. Los otros dos toros bajaron sin demasiada demora, con un espacio notable entre ambos. El desencierro se dio por finalizado a las 13.52 horas, tras unos 30 minutos de duración en total.