Consideran que las promesas de dinamización del barrio se han quedado en meros proyectos y exigen soluciones rápidas
A pesar de que no ha pasado demasiado tiempo desde que recibieron la última visita de representantes municipales, a los vecinos del barrio de los alcaldes se les ha agotado la paciencia. Han decidido salir públicamente a alzar la voz ante la situación de abandono a la que, según creen, les somete el Ayuntamiento de Salamanca. Las quejas son numerosas y, a pesar de que ya se les ha comunicado los planes de futuro que se han diseñado para el barrio, asociados a la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Tormes +, temen que las promesas caigan en saco roto.
En primer lugar protestan por algo que consideran básico, no disponer de un local propio para la asociación de vecinos cedido por el Consistorio como sí sucede en otras zonas de Salamanca. Hoy por hoy comparten el Centro Municipal Integrado de Tejares con la asociación del barrio vecino "pero ese barrio nada tiene que ver con los alcaldes", matiza Román García, uno de los portavoces del colectivo vecinal. Al contrario que en otros lugares, en Los Alcaldes, un barrio de los más jóvenes de la ciudad, no existen locales de titularidad municipal que se puedan ceder. Mientras se busca una solución, pues el Ayuntamiento no paga alquileres por locales privados, no queda otra que seguir compartiendo "pero eso afecta tanto al asociacionismo, que se resiente, como al grado de conocimiento de este barrio", afirma el representante vecinal vinculado ese escaso conocimiento con el olvido institucional y el agravio comparativo del que dicen ser víctima.
Refuerza ese argumento al afirmar que ni uno solo de todos los planes que se les presentaron de cara al futuro del barrio están hoy por hoy incluidos en los presupuestos municipales para este año. Se sienten engañados. Después de ver, ilusionados, todo lo que se proyectaba para la zona han empezado a inquietarse. Ese nerviosismo ha tornado en decepción.
Parques y jardines
Otro de los puntos negros de la relación entre el Ayuntamiento y los representantes vecinales de Los Alcaldes es el que tiene que ver con la limpieza de parques y jardines. El barrio cuenta con una envidiable cantidad de zonas verdes en torno a las zonas residenciales. Es evidente, sin embargo, que les falta un mantenimiento adecuado.
Al igual que otros barrios de Salamanca, Los Alcaldes está siendo víctima de los vaivenes en el contrato del servicio de conservación y mantenimiento de jardines, un asunto que está desde hace tiempo en los tribunales y que debería resolverse a lo largo de las próximas semanas. Los operarios pasan por la zona pero a simple vista es evidente que no es suficiente. La maleza es visible en numerosos rincones del barrio, el arbolado languidece y las zonas de césped piden a gritos que alguien las adecente.
Hace tan solo unos días conocíamos que el Ayuntamiento se comprometía a reforzar la vigilancia en Los Alcaldes, e incluso valora la posibilidad de colocar un radar, ante la sospecha de la celebración de carreras ilegales en la zona. Para los vecinos, sin embargo, esta medida es insuficiente. Creen que lo más adecuado sería la colocación de pasos de cebra elevados. "Es lo que menos perjudicaría a la generalidad de los vecinos y lo que más beneficiaria a la seguridad vial", explica Román García, que pide la adopción de esta medida "antes de que ocurra una desgracia".
El peligro de los edificios abandonados
El riesgo de problema serio es también muy evidente en el entorno de los bloques de pisos inacabados de la calle alcalde Gutiérrez Ceballos. Dos 'esqueletos' de hormigón dan testimonio de la crisis inmobiliaria que atravesó este país hace menos de una década y representan un claro peligro de accidente. Hace tiempo que las vallas que aparentemente evitan que se pueda acceder a ellos o caer al foso del que emergen sus cimientos cogieron la suficiente holgura como para representar un gran riesgo. La responsabilidad en este caso es de los titulares de esos inmuebles inacabados.
Sucede lo mismo con el bloque de viviendas terminado en Alcalde Cruz Hernández. Cerca de 80 pisos cerrados por no disponer de cédula de habitabilidad a los que hace tiempo fueron llegando okupas desde toda España. La rápida intervención de la policía evitó que el problema, que ya se hacía evidente, terminara derivando en una amenaza para la seguridad ciudadana. La respuesta de las Fuerzas de Seguridad fue en ese caso impecable. Los vecinos reprochan ahora, sin embargo, que todavía ningún mando policial les ha respondido a las dos peticiones cursadas para reunirse con el comisario.
Una sola línea de autobús
El transporte municipal es otro de los caballos de batalla. Hasta el barrio solo llega una línea que, además, no los comunica con la parte centro ni sur de la ciudad. La puerta de Zamora es el lugar más céntrico hasta el que puede llegar. Llevan tiempo pidiendo una prolongación de la línea 1, "que no supone demasiado esfuerzo y nos permitiría una mayor versatilidad además de evitarnos los transbordos". Lamentan que prácticamente todos los barrios de la ciudad gocen de este derecho "y nosotros pagamos los mismos impuestos que los demás pero no lo disfrutamos", critican. Otra muesca más en debe municipal.
Las plagas son otro de los problemas ante el que protestan los vecinos. La de las palomas es la más evidente. Son varios los edificios del barrio que se han visto obligados a cubrir su azotea con mallas para evitar que estos animales colonicen la parte alta. Cuando las temperaturas suben, el problema está a ras de suelo con la masiva presencia de cucarachas. Desde la asociación de vecinos reconocen que la empresa encargada de contener esa plaga de insectos actúa con rapidez cada vez que se pide que intervenga. Sin embargo, ante lo que sucede con las aves, se vislumbra peor solución. El Ayuntamiento asegura que se están tomando medidas al respecto, pero que no es fácil ante las numerosas colonias de este tipo de animales repartidas por la ciudad. Se trata de un problema generalizado en toda la ciudad del que se está ocupando la Concejalía de Salud Pública.