Ramas encendidas
invaden retazos de una piedra
en un cielo iluminado
de eternas sensaciones.
La noche envuelve su rostro
con filigranas de luz,
preñadas de hojas invisibles.
Negros silencios
pintan su imagen
con el dorado de una historia interminable.
La palabra enmudece en mi garganta
para soñar un nuevo amanecer.
Foto y Texto : SOFÍA MONTERO GARCÍA.