El complejo y hermoso proceso Sinodal, el cual apenas comienza en su fase más importante de llevar a la vida los frutos de su discernimiento, nos ha llevado en una navegación que ha unido los llamados esenciales del Concilio Vaticano II, ya expresados como nuestro horizonte eclesial hace más de 50 años, con el camino de la Iglesia en América Latina y con las vidas, las identidades, y la territorialidad de la Amazonía. Una convergencia con sus pueblos y comunidades, con sus gritos y esperanzas, y con la vida donada de tantos mujeres y hombres que en el seguimiento del llamado de Cristo, y como opción por el Reino, se han entregado enteramente por este lugar que es misterio sagrado.
Nuestra amada Amazonía es un rostro concreto que trae vida, que abre nuevas posibilidades y que nos confronta con la urgencia en medio de una verdadera crisis climática. Es un regalo de la periferia para el centro, como un gesto tan propio del Evangelio en el que los márgenes iluminan con una nueva luz para la conversión integral del centro, para que haya vida, y vida en abundancia para todos y todas.
En nuestro comunicado final como REPAM sobre la Asamblea del Sínodo Amazónico expresamos que lo esencial de esta navegación ha sido la permanente escucha que ha acompañado la actitud de diálogo con lo diverso, y ello ha sido el sustento de un discernimiento que permite perfilar verdaderos nuevos caminos. El Papa ha dado ejemplo de una genuina actitud de escucha y respeto, y sobre todo de valentía, para que el Espíritu sople con fuerza para ayudarnos a tejer las conversiones:
Es por esto que invitamos a todos los hombres y mujeres de Iglesia, y a todas las personas de buena voluntad que aman la vida, a que digamos juntos con el Papa Francisco en "Querida Amazonía": Que seamos capaz de abrazar juntos los sueños para:
Con la gratitud por el camino andado, con la convicción de nuestro compromiso encarnado como Iglesia en este territorio y con sus pueblos y comunidades, y con la esperanza en el futuro, decimos con el Papa Francisco: ¡Querida Amazonía!
Invitamos a todos los miembros de nuestra REPAM, a los hermanos y hermanas de Iglesia, y a todas las personas de buena voluntad, a acoger esta Exhortación Apostólica Postsinodal para leerla, orarla, estudiarla, discernirla, compartirla, y, sobre todo, a asumirla como compromiso real para actuar en favor de la vida, y la vida en abundancia, para esta Amazonía y para las futuras generaciones del mundo todo.
Card. Claudio Hummes, OFM, presidente
Card. Pedro Barreto Jimeno, SJ, vicepresidente
Mauricio López, secretario ejecutivo
(Comité directivo de la Red Eclesial Panamazónica REPAM)