Mi padre se llamaba Benjamín Escobar Pazule. Lo mataron en Colombia, cuando se negó a colaborar con un cártel de la coca. Yo estaba ya acá en España, cuando lo tirotearon. Tengo 22 años y trabajo de estibador en el puerto de Valencia. Me llamo Manuel, Manolo para todos, y quiero estudiar Medicina acá, pero no tengo posibles y con este trabajo y algunas cosas que hago los fines de semana como camarero, voy ahorrando porque quiero ser médico.
Ayer fui a comer algo a los 100 Montaditos. Entraba por primera vez y el sistema es que tu apuntas en un papel lo que quieres consumir y lo entregas a un empleado en una cabina. Te pregunta nombre y apellido y ya, pues, te sientas hasta que te llaman a voz viva.
Iban llamando hasta que el hombre gritó: ¡Manolo Escobar!, ¡Manolo Escobar!. Las mesas de alrededor mío estaban repletas de gente joven comiendo y charlando. Al oír el nombre comenzaron todos a reírse. Y no sé por qué. Cuando me entregó el camarero la comida me preguntó: qué, ¿has encontrado ya el carro?. La comida estaba genial pero yo me fui de allí un pelín cabizbajo, eso sí.